.... de Judea

Hoy queremos hablaros de algo mágico, un líquido maravilloso que transforma todo lo que toca...indispensable en el taller (o en la casa) de cualquier manitas que se precie... ¡¡¡El betún de Judea!!!. ¿Quién no se ha hecho adict@ a éste preciado mejunje?

Pues os diremos que el mencionado potingue es la parte más pesada del petroleo crudo, y... os vais a sorprender, pero es lo mismo que el asfalto. Su nombre viene dado por el primer sitio donde se obtuvo, la antigua Judea.

Este líquido viscoso se emplea para dar pátinas de color, aportando a los objetos un aspecto envejecido, e incluso se le pueden añadir colorantes. Produce un efecto veladura que, un vez seco y abrillantado con un paño, da un atractivo juego de luces.

En general, esta sustancia se aplica al final de un proceso de restauración o redecoración de un mueble, después de la pintura y el barniz, y tiene un pequeño defecto, ...si se le puede llamar así..., y es que tarda bastante en secar.

¿Tenéis una lámpara demasiado dorada? Oscurecerla no os costará... ¿Una mesita de noche demasiado blanca? Dadle un aspecto envejecido aplicando el betún en esquinas y aristas... No os arrepentiréis de los resultados. Además, os permite corregir pequeños daños o defectos en muebles de madera, sobre todo si estos son de tono oscuro.

¿Qué os parece? Interesante, ¿no? Pues a darle uso. Ahora... eso sí... aconsejamos el uso de guantes... que no veáis lo que mancha...