Seguro que más de uno piensa igual que nosotras... Qué agradable es reunirse en familia, pero qué tostón tener que preparar esa cena de Noche Buena o la comida de Navidad... Y más si sois como estas dos que escriben, que odian la cocina sobre todas las cosas. Nos angustia, dada nuestra escasa maestría en las labores culinarias, el pensar qué hacer para contentar a los comensales.... En estas fechas tan señaladas donde el plato base es el pavo (frase emblemática ésta de nuestro querido amigo Jaime), hay quien se decanta por el besugo. Por cierto, hace tiempo que no vemos un besugo por estos lares... De mar, se entiende, porque besugos hay muchos en nuestra especie. Qué insulto tan bonito y en desuso, oiga. Ahora imperan otros de mucho peor gusto, sentido éste muy a propósito del tema de hoy. ¡Uy, uy, uy, cómo divagamos! A lo que vamos, que como el cocinar no es lo nuestro, nos hemos decantado por decorar con libros de recetas, como los que nos hemos encontrado en casa de la madre de una de nosotras, tan vintage ellos... ¡Qué bien decoran! Y eso sí que va con nosotras...
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lunes, 19 de diciembre de 2022
Las comidas de Navidad y sus quebraderos de cabeza...
lunes, 12 de diciembre de 2022
Tus plantas en Navidad...
Contadnos ¿Hacéis algo parecido con las plantas de vuestras casas?
lunes, 5 de diciembre de 2022
De barómetros y termómetros...
Lo del cambio climático nos trae como locas... Primeros de diciembre y nos sobra el chaquetón... También hay que decir que en las casas hace más frío, teniendo en cuenta que, por estos lares, los hogares están acondicionados para el calor. En ese sentido, por el sur de España este verano no hemos notado, apenas y a nuestro parecer, el calentamiento global. ¡Será que ya habíamos llegado al tope de grados! Sin embargo, en nuestro viaje por el norte del país, hemos echado de menos fresco y lluvias. Ni en Asturias, ni en Cantabria, ni siquiera en Bilbao, ¡todo lo contrario! Y eso que íbamos huyendo de las altas temperaturas de nuestra ciudad... Hemos disfrutado, a pesar del calor, de esas preciosas tierras del Cantábrico, así como de su arte, su gastronomía y de su buena gente. Con frío o calor, viento o calma, nubes o despeje, siempre disfrutamos de la diversidad de España. Así que, ¿para qué fijarnos en barómetros o termómetros? Que los meteorólogos se apañen con ellos, que nosotras solo los queremos para decorar.