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viernes, 29 de mayo de 2015

Ding dong...

Pues sí.... Desde el lunes nos quedamos con las ganas de tener uno.... y nos pusimos manos a la obra. Un marquito bastante horrible del Asian Shop nos vino de perlas para nuestro nuevo trabajito. 


Y una pintura acrílica del mismo establecimiento en color verde turquesa dio color a lo que queríamos.


Con un papel de regalo de la misma tonalidad forramos la parte trasera del marco.


Pero necesitábamos algo más.... Rebuscando, encontramos unos tapones de plástico y pensamos... "pues uno de éstos nos valdrá, ¿no?"


Pero sobresalía demasiado y uno de nuestros "santos" se ofreció amablemente para cortar los excesos...


La lija ya vive adherida a nuestras manos, y dio una veladura dorada a nuestro marco turquesa.


El tapón de plástico fue pintado con rotuladores en dorado y plateado.  Y un botón negro forrado nos sirvió de guinda del pastel.


Una letras pintadas con los mismos rotuladores y sombreados en negro y....


¡Ya tenemos timbre para llamar a nuestro mayordomo ficticio! Ambrosio no aparece por ningún lado, así que... ¡Gra! ¿Te importa traernos un cafelito?


Ea, ya nos hemos quitado la espinita del lunes.... Hubiéramos preferido ir a Tiffany..., ¡pero nos conformamos con Ambrosio!

Esperamos que a las demás participantes en la convocatoria de Marcela y su finde frugal les guste la idea. ¡Nos vamos a ver qué nos proponen todas ellas!



miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Sabanas blancas?

¡Ay, ay, ay, mira que hemos dicho veces que nosotras sólo dormimos en sábanas blancas! Además, lo hemos dejado por escrito y bien clarito aquí en el blog. No es que hayamos perdido esa costumbre de repente. Es sólo que llevamos un tiempo viendo otro tipo de camas; camas vestidas de suaves tonos de primavera, empachadas de flores con delicado aire vintage, envueltas en el murmullo de una brisa fresca e impregnadas por el imaginario perfume de la naturaleza... Y, claro, ¡la tentación es muy grande! No hay reglas a la hora de inundar el lecho de pimpollos, la descoordinación es lo que prima; un embozo de aquí, la bajera de allá, almohadones varios... con el único nexo de unión de las flores, a ser posible, en tonos suaves y empolvados y con una gran reminiscencia retro. 



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Ay, ay, ay... ¿Terminaremos rindiéndonos ante esta explosión de alegría?


lunes, 25 de mayo de 2015

Press for ...

Volvemos a las andadas... Hoy recordaremos de nuevo nuestros días de infancia y seguro que os sacamos una sonrisa. Más de uno habrá hecho esas trastadas que tanto nos gustaban a cierta edad (¡y a todas las edades!). Nos referimos a llamar al portero electrónico de casas ajenas y salir pitando cuando contestaban insistentemente ante la falta de respuesta. "¡Diga! ¿Quién es? ¡Digaaaa! ¡Ea, ya están los niños con las bromitas de siempre! ¡Pues ya no me levanto más! ¡Jarturaaa!". Pero nosotras ya estábamos a kilómetros de distancia... ¡Pies, ¿para qué os quiero?! Pues si, nos encantaba, a pesar del incordio que producíamos al habitante de la casa en cuestión. Y es que eso de llamar al telefonillo (nos encanta la palabreja, y la usamos mucho por estos lares) de un extraño... ¡¡¡es todo un clásico!!! ¡Que levante la mano quien no lo haya hecho en algún momento de su vida! Nuestros hijos (y no por incitación nuestra, que conste) han heredado ese gustillo por "molestar" inocente y levemente al vecino, con la consiguiente riña de sus progenitoras, quienes en el fondo recordaban, con cierta vergüenza y media sonrisa escondida, esos días del pasado de auténtico disfrute.











Ya estáis sonriendo..., ¿a que sí? Si es que os conocemos bien... Jejeje. ¡Pues ya está bien de llamar a timbres ajenos, hombre! 



viernes, 22 de mayo de 2015

Una cómoda con mucho encanto.

Mª José buscaba una cómoda para su nueva casa en la playa. Teníamos una en el taller aburridita de esperar que le tocara su turno. Hicimos las presentaciones oportunas y, como se gustaron mutuamente, quedó asignado el encargo. Aquí os la mostramos después de un lijado inicial.


No hemos dicho que Mª José es hermana de una de nosotras. Escogió la pintura acrílica de Valentine VD138, una de nuestras favoritas, por cierto. Antes de barnizarla, le enviamos fotos y nos comentó que le apetecía con un ligero decapado. 


¡Manos a la obra!


Los fondos de los cajones no eran de madera y no nos gustaron. Procedimos a retirarlos y encargamos paneles nuevos...


... con la idea de forrarlos, con la técnica del decoupage, con este coqueto papel del que nos encaprichamos las dos y que encantó a su próxima dueña.


Una manita de pintura celeste en el interior de los cajones.


¡Listos! ¿Os gustan?


¡Terminada la cómoda de "la Pepa"! 







Nos ha prometido fotos de la misma en su nueva casa. Esperamos que la disfrute mucho y que le deje algún cajón a Javier, su santo.



miércoles, 20 de mayo de 2015

Mininos por doquier...

Un chiste nos inspiró este post. Si, uno de esos que recibimos por whatsapp con más asiduidad de la que, a veces, desearíamos. Éste, para ser exactas, nos sacó la sonrisa y nos dio la idea de buscar por la red figuras decorativas del animal que más gusta a una de nosotras. Ésto, unido a que la forofa de los pequeños felinos está leyendo un libro de Antonio Burgos sobre ellos ("Gatos sin fronteras: andanzas y fortunas de Remo, un gato callejero"), afianzó la necesidad de dar, de nuevo, un homenaje a los mininos. Compartimos la idea de Burgos de que, si bien todas las cosas fueron creadas por Dios para servir al hombre, también puso al hombre para servir al gato, porque es una verdadera realidad que no hay quién domestique a este precioso animal. Él va por libre. Es, como dice el periodista y escritor, un monumento a la independencia. Nosotras nos quedamos con el micifuz de carne y hueso, pero, para el que no quiera tenerlo en casa arañando sofás, ahí va una buena selección de lindos gatitos que no dejan pelo.




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Y cerramos este post con la bonita frase de Leonardo da Vinci:  "el más pequeño gato es una obra maestra".Ea, muy cierto, ¿verdad?


lunes, 18 de mayo de 2015

Aquellas estampitas...

Uno de los mejores recuerdos que tenemos de nuestra infancia es el de los coleccionables de cromos. Cuánta ilusión hacía comprar en el quiosco el álbum del momento y rasgar los sobres hasta ver que estampitas eran las que te habían tocado. Luego, nos íbamos al colegio con el taco de los "repes" cogidos con una gomilla, para cambiarlos en la hora del recreo. ¡Y no daba coraje ni nada tener cincuenta iguales del mismo y ninguno de los dos o tres que faltaban para completarlo!. La verdad es que nunca terminamos ninguno... Pero la ilusión se renovaba cada nuevo curso con Bambi, Heidi, Marcos...

¿Qué habrá sido de aquellas estampitas? Suponemos que desaparecieron en alguna limpieza general de esas a las que somos muy aficionadas las madres... ¡Y que pena mora! Pues mirad que bonitas composiciones se consiguen con su innegable aire vintage.







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Lo mejor de todo esto es que nuestros hijos, sobre todo los varones, también han podido disfrutar de esta bonita actividad con el fútbol y otros extraños personajes; podemos prometer y prometemos que nunca tiraremos esta colección de los Pokemon y sus evoluciones... Quién sabe si dentro de unos años se considerara retro decorar con ellos (horror, jejejeje)



Hemos tenido un pequeño problema técnico, cosas del directo.., que nos ha obligado a reescribir el post de nuevo... ¡Os pedimos disculpas por los comentarios que han desaparecido!


viernes, 15 de mayo de 2015

XoXo

La primera vez que vimos esa palabra nos impactó sobremanera.... ¡Uy, qué mal suena eso! Y es que, fonéticamente hablando, el sonido se asemejaba muy mucho a una forma algo vulgar de denominar a las partes "pudendas" de las féminas. Y el caso es que, en ese momento inicial de nuestro acercamiento con el término, no investigamos más. Fue la constancia de su aparición lo que nos hizo comentarlo con uno de nuestros consortes, quién rápidamente se fue a San Google y nos resolvió el enigma. Si, sí, no lo dudamos... Somos unas catetas en este sentido. En ningún momento nos podíamos imaginar que la palabreja en cuestión pudiera significar besos y abrazos. Y es que nosotras, que somos de esta época, todavía usamos el lenguaje a la manera tradicional. Pero las nuevas tecnologías y su curiosa terminología ya están, con no poco esfuerzo, calando hondo en nuestro día a día.












De todas formas, nosotras no podemos evitar leerlo de corrido y seguir pensando en aquello que dijimos..., pero bueno....

¡¡Adiós, XoXo!! (con perdón, jajajajaja)