No nos podía ir más al pelo ese refrán que reza "en casa del herrero, cuchillo de palo"... Referido, en este caso, a los cuadros de luces ¡Y no será porque no llevamos cubrecontadores hechos! Pero, al menos una de nosotras, tiene estos elementos a la vista cuan "hermosos" son. ¡Así que había que poner remedio! Esta vez, por falta de tiempo y materiales, hemos ideado una solución express para tratar de embellecer, en la medida de lo posible, esta zona de la casa tan "técnica" como poco estética.
A principios de este mes compramos unas postales vintage. Las conseguimos en un anticuario que se hizo con todo el excedente de una papelería, de esas de toda la vida, que cerraba. Nos recordaron tanto a los dibujos e ilustraciones de nuestra niñez que no pudimos resistirnos. Además, las ganas de lucirlas por algún sitio, fue la que nos dio la idea de tunear la tapa de nuestro contador.
Al ser de plástico, necesitamos aplicar un par de manos de imprimación todoterreno.
Luego bastó una sola capa de color vainilla...
... y cola blanca ligeramente diluida con agua para el decoupage.
Os mostramos el resto de las postales que hemos utilizado... ¡No nos negareis su ternura!
¡Lista nuestra tapa! Y para rematar la escena, hemos colocado sobre el telefonillo (que apenas se usa, esa es la verdad) un sombrero playero que lo camufla divinamente.
¡Objetivo conseguido! Hemos logrado embellecer nuestro recibidor en poco tiempo y con los medios que disponíamos.
¿Les gustará a las participantes en el
Finde Frugal de Marcela? Eso esperamos. De momento, vamos a ver qué nos proponen.
¡Feliz fin de semana!