miércoles, 31 de agosto de 2016

¿Dónde has encontrado eso?

Pues ni en la calle, ni en ningún mercadillo. Estos trozos de madera parecen más bien sacados de un naufragio... Y esto nos ha hecho recordar una de nuestras películas favoritas de plena adolescencia; "El lago azul". ¿Recordáis a esos dos jóvencísimos náufragos, Brooke Shields y Christopher Atkinss, que descubren el amor en una isla perdida? La cinta perfecta para hacernos suspirar con playas desiertas y un primer amor dulce y apasionado ¡Ay, qué "déjà vu" de emociones acabamos de tener! Nos ha encantado refrescar esos sentimientos juveniles aunque, si volviéramos a ver el celuloide, seguro que nos centraríamos en cuestiones más prácticas... Como, por ejemplo, la cabaña que ambos se construyeron con los restos del barco y lo que la naturaleza les ofrecía. Un hogar lleno de diys y reciclajes, nos imaginamos muy del estilo de los que hoy os mostramos, y que aportan al hogar la frescura y la ingenuidad de un amor adolescente en una isla.


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Nosotras ya tenemos una rama en casa... ¿Qué esperáis para tener la vuestra?



lunes, 29 de agosto de 2016

¿No sin mi hija?

¡Va a ser que sí! Porque, qué difícil se nos hace pasear con nuestras hijas por la playa... Y diréis... ¡qué malas madres! Pues es lo que hay. La envidia nos corroe. ¡Qué tipazos tienen las niñas! Como para no tenerlos, con sus 17 años por estrenar... Cero celulitis, cero flacidez, cero estrías, cero grasa... ¡Todo tersura y firmeza! Y nosotras al lado, claro... Todo celulitis, todo flacidez.... Qué difícil se nos hace pasear con nuestras hijas en la playa... ¿En qué momento ha ocurrido ésto? Antes todo era una pelea para que bajaran con nosotras a disfrutar del mar. Ahora, si no vienen, mejor, jajajaja. Somos horribles, ¿verdad? Pero sabéis que, en el fondo, no es tan así la cosa... Sólo os confiamos esos sentimientos encontrados que quizás no deberíamos verbalizar, pero que, dada nuestra sinceridad pasmosa, no podíamos esconder más. Duele dejar de ser centro de miradas (¡alguna vez nos miraron, sí, no creáis!) y ceder el protagonismo a las nuevas generaciones.

No sabemos dónde leímos que el envidioso no quiere lo que tú tienes, lo que quiere es que tú no lo tengas. Pero no, nosotras queremos que ellas lo tengan todo. Estamos orgullosísimas de nuestras niñas, tanto por dentro como por fuera. ¡Se nos cae la baba, vamos! Pero también nos cuesta aceptar el paso del tiempo, y en verano, en biquini, y con esa luz...., no hay forma de esconder la realidad. Esa que durante todo el invierno nos hemos esforzado por "fajar", sujetar, levantar o disimular.

No esperéis que pongamos una foto nuestra en traje de baño, ¡aunque colapsaríamos las redes sociales, seguro! El pudor es otra de nuestras cualidades/defectos... Las Julias dan mejor en cámara...




viernes, 26 de agosto de 2016

¿Y qué portas tú?

Hace un tiempo os mostramos aquí la redecoración de un reloj de madera, regalo publicitario de una marca de whisky. Igualmente obsequio de la bebida espirituosa es este porta mandos que yacía olvidado en un cajón.


Comenzamos a transformarlo con un par de manos de pintura a la tiza color flor de jazmín.


Las plaquitas de este collar fueron las causantes de que lo adquiriésemos en un mercadillo. Nos parecieron perfectas para personalizarlas con decoupage, o con cualquier otra técnica decorativa. Pero su fin, aunque ciertamente decorativo, iba a estar lejos de la idea inicial. Tijeras en mano y...


... ¡plaquita fuera!


Llevamos mucho tiempo admirando y envidiando en silencio a Marcela, cada vez que coge el pincel y se pone a escribir como si nada, con su maravillosa caligrafía. Y nosotras teníamos que intentarlo. ¡Qué cosa tan complicada! Apenas ensayamos en un papel para darnos cuenta de que no íbamos a aprender en un rato... Pero ya no era cuestión de echarse atrás; un poco de cara y mucho entusiasmo, ¡y al menos se lee lo que quisimos poner!


Hogar: nuestro lugar favorito en el mundo mundial. Lijamos suavemente las letras para integrarlas con el fondo blanco.


Y lista para adornar nuestro porta mandos, al que previamente también habíamos envejecido ligeramente. 


¿Hemos dicho porta mandos?


Ah, pues no... Ahora es un porta cubiertos.


Ups, y ahora un porta macetas, bien colgado de la pared...


¡Espera, espera! Mejor lo dejamos como porta abanicos, indispensable complemento de este caluroso verano.


¡Definitivamente ésto es un porta todo! Y con él, volvemos con muchísimas ganas a los findes frugales de Marcela Cavalieri, después de unas semanas ausentes por vacaciones. Seguro que allí nos dan otras ideas para nuestro "porta", a la vez que nos inspiramos con las propuestas de nuestras compañeras blogueras.


¡Feliz fin de semana!

miércoles, 24 de agosto de 2016

Notitas por doquier....

Ambas tenemos con los mensajitos escritos (no los teléfoncos ni de whatsapp, que eso ya está demasiado institucionalizado...) una afinidad bastante considerable... Cuando una de nosotras entró por primera vez en la oficina de la otra, observó con estupor que había papelitos y post it por todo el despacho de su amiga con anotaciones escritas de puño y letra por sus hijos, Julia y Antonio, todas ellas muy afectivas y cariñosas. ¡Con razón su madre no se deshacía de tanto papel! 

La otra de nosotras (la que sus hijos no les escriben nada de nada, lo que no quiere decir que no la quieran, y eso ella lo sabe) recuerda también con cariño cómo su padre, ya mayor, cada vez que salía a dar su paseo diario para quemar azúcar, dejaba en la mesa del cuarto de estar una cuartilla manuscrita indicando cuánto tardaría. Siempre terminaba la misiva con un "Besitos" dirigidos cariñosamente a su mujer....

Y es que no se puede perder esta bonita costumbre, que bien poco trabajo cuesta dar información y cariño en un pequeño trozo de papel...














¿Y vosotr@s, dejáis misivas por casa?




lunes, 22 de agosto de 2016

¡A la vista!

¡Ya estamos de vuelta! ¿Qué tal va el verano (y el invierno por el hemisferio sur)? Nuestras vacaciones nos han sabido a gloria bendita. De todas formas, aún queda verano por delante y tiempo para seguir disfrutando de una vida más relajada. Aunque, eso sí, ya asomadas a nuestro blog y, por supuesto, a los vuestros, que a pesar de la desconexión virtual, siempre os tenemos presentes. Y hablando de conexiones, una obsesión muy común en decoración, es la de no querer tener ningún cable a la vista... En la reforma de la última casa en la que una de nosotras vive, ¡la partida de electricidad ponía los pelos de punta! Varias tomas de televisión en el salón, "y si queremos verla desde aquí, o desde allí..." Ni una sola pared de la casa sin un enchufe (o dos si era muy larga), por si nos daba por colocar un velador, una lámpara, un calentador, un ventilador... Apliques encima de cada mesilla de noche, estudiada su posición al milímetro con respecto a la cama. ¡Cero cables, cien por cien felicidad! Por eso, nos preguntamos consternadas: ¿cuándo comenzaron a introducirse sibilinamente los cables con las bombillas "pelás"? ¿Cómo puede ser que podamos suspirar por tener uno de esos a la vista? Pues sí, no solo suspiramos por uno, ¡es que lo tenemos! Y para más inri, ¡fabricado por nosotras! Y nos encanta... ¿Se puede caer más bajo?







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O más alto, depende del largo que le demos al cable. ¡Con lo que nos gustaba a nosotras una tulipa...!


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