El otro día comentábamos lo que conseguía desestabilizarnos un mal gesto o un comentario desafortunado de alguien conocido o con el que convivimos, casi a diario, por circunstancias diversas... Lo difícil que nos resultaba abstraernos y que no nos afectara... Sobre todo nos llamaba la atención que, a pesar de la edad que vamos cumpliendo, todavía esas situaciones nos siguieran "torturando", como si fuéramos adolescentes aprendiendo a lidiar con nuestras emociones. Y aunque sabemos la teoría, ¡qué trabajito nos cuesta ponerlo en práctica! Si recibimos la desaprobación o el menosprecio puntual de alguien, y tenemos la conciencia tranquila con nuestra actuación, deberíamos saber pasar página sin dedicarle un minuto más de la cuenta de nuestro tiempo, ¿verdad? Pues en ese aprendizaje estamos, y algo que nos ayuda bastante cuando estamos en plena crisis, es pensar en nuestros afectos; nos da paz y seguridad. También tratar de vivir el momento presente; nos ayuda a concentrarnos en lo que hacemos sin divagar mentalmente. Y por supuesto, aprender cada día a querernos un poquito más; aumenta nuestra autoestima y, sin creernos por encima de nadie, nos enseña a mirar de frente sin dejarnos pisotear... En definitiva, encontrar nuestro centro, ese en el que hallemos paz y armonía y la fuerza necesaria para afrontar los embates de la vida, dedicándoles el tiempo justo... Y hablando del centro, hoy lo queremos trasladar, decorativamente, al que ocupan las mesas de café que solemos situar delante del sofá... En las dos siguientes fotos tenéis las nuestras, ambas rectangulares, y posiblemente uno de los muebles al que le demos más uso a diario...
Contadnos ¿Qué tipo de mesa tenéis al centro? Y ¿Cuál es vuestro centro emocional?
Puedo suscribir cada una de vuestras palabras, chicas, también trabajándolo todos los días porque hay que ver lo que me cuesta 😞 Feliz comienzo de semana 😘😘
ResponderEliminarLeyéndoos me estaba leyendo a mi misma, yo tengo que seguir trabajándolo cada día por que una mala cara o un mal gesto me desestabiliza ,ya debería haberlo aprendido pero soy dura de roer, en fin trabajo diaria y cuando te da el bajón peor todavía. Yo también doy mucho uso a la mesa de centro, las vuestras son preciosas y las propuestas también .Muy buena semana chicas Dos abrazos
ResponderEliminarPues sí efectivamente eso es un trabajo que cada vez cuesta más digerir y sobrellevar. Pero es que en una sociedad tan polarizada como la que estamos viviendo actualmente, cuesta que alguien no te toque el punto débil y no te duela. Hay que tener mucho temple para que no te hieran, sobre todo si es alguien querido...
ResponderEliminarPasad una estupenda semana queridas! 💋💋
Es un básico de mobiliario fundamental, al menos en mi casa
ResponderEliminarTengo una camilla de forja que se desmonta en verano quedando las patas más bajas y alcanzando la altura justa de la.amesa de café, que tanto apaño da.
No hay palabras que duelan más que las ofensas dichas por un ser querido.
Besitos para repartir
Y por más que lo intento no deja de afectarme ése mal gesto o frase...... me siento herida en lo más profundo y me cuesta mucho hasta que lo supero.....
ResponderEliminarMi mesa de centro es de madera con un cristal que deja ver el interior de un cajón en el que tengo cosas me gustan. BESICOS.
Siempre es difícil y costoso aceptar y asumir malas caras, feos comentarios...sobretodo pq nosotras no los haríamos, pero tiene que haber gente para todo. Las mesas, preciosas todas.un besito.maria:)
ResponderEliminarSuscribo cada una de vuestras palabras; me descentran gestos y comentarios poco afortunados! Y con dos adolescentes, ni os cuento. Bonitas mesas de centro. Abrazos
ResponderEliminarEs difícil encontrar ese centro, equivalente a estar en paz, sin nada que altere nuestro día a día. Cualquier mal gesto nos afecta y como se suele decir ... nos han dado el día... creo que es casi imposible que no nos afecte, pues tendríamos que vivir en modo zen permanentemente. Y es que como estudiantes aplicadas la teoría se nos da muy bien.... pero la práctica es otra cosa 🤭 poco a poco espero aplicar la teoría.
ResponderEliminarEs más fácil poner un centro con muchas posibilidades sea cual sea el estilo escogido...Veo que coincidís madera y cristal en vuestras casas.
BESOS
Alrededor de esas mesas se tejen muchas historias, risas con amigos, cafés y charlas tranquilas.
ResponderEliminarLas vuestras son preciosas y veo una alfombra que me tiene enamorada.
Besitos a las dos
Qué duda cabe, o por lo menos a mí me lo parece, que un estado de ánimo puede suponer la interpretación de un comentario de una manera o de otra.
ResponderEliminarEvidentemente, eso no quita que el comentario sea o no desafortunado.
Y por supuesto que la sensibilidad de la persona que lo emite, este muy por debajo de la media nacional.
Sin ir más lejos lo que dice el mismo post.
Pero como bien decís, siempre hay gente a tu alrededor que te saca de tu equivocación, y es capaz de reconducir tú concepción y sentimiento hacia la verdad.
Escuchar es bueno porque te reconduce.
El centro cómo comentáis para mí no existe y solo se refleja en ese mobiliario que aportáis.
AMSC
La verdad es que es de los muebles de una casa que más se utilizan. Lo hacemos como centro de reunión, para cenas, comidas...La mía también es rectangular y de las que se suben y bajan, muy cómoda.
ResponderEliminarBesos para las dos.