Esta es la frase más repetida por nuestras hijas adolescentes cuando van a una perfumería: "ese color de uñas no lo tengo".Y la historia continúa cuando, irremediablemente, tiran de sus ahorros para hacerse con él. Pero hay que reconocer que ver esos expositores, llenos de botes de coloridos brillantes en todas las tonalidades imaginables, son una tentación para cualquiera. Y si encima está de moda pintárselas de cualquier gama que te apetezca... el cocktail está servido: ¡queremos todo el arco iris completo!. Luego, cuando en casa las ves todas juntas piensas... "¡qué cosa más mona, esto decora un montón!". Y sí, lo hace y mucho, y no somos las únicas que las tenemos a la vista para disfrute de nuestros sentidos, sobre todo de nuestras pupilas, embriagadas con tanto cromatismo. Hay, como en todo, un mundo de féminas pensando en cómo guardar, ordenar o exponer este pequeño tesoro multicolor, al que siempre querrás añadir ese que no tienes...