- ¡Dios mío, voy a llegar tarde! - ¿Os sueña está expresión, verdad? La usamos constantemente.... y es que hay veces que nos parecemos al Conejo Blanco de Alicia en el país de las maravillas.... Siempre apresurado, apremiado y veloz, el leporino animal nos recuerda la ansiedad con la que vivimos... Estamos demasiado pendientes de los minutos, en lugar de dar más importancia al disfrute de cada momento, de cada situación o de cada compañía..... Lewis Carrol supo con este libro definir conductas y miedos recurrentes del ser humano, y así la caída sin fin de Alicia por la madriguera del famoso raudo animalito, recuerda las usuales pesadillas de muchas personas de caer y caer angustiosamente hasta despertar. El inconsciente está presente siempre en el cuento de este autor del XIX, quizás por eso hemos sabido valorarlo con el tiempo, ya que de niñas, dicho sea de paso, esta obra no era, ni mucho menos, de nuestras favoritas.... Nos producía la misma intranquilidad a las dos... Hoy le damos un homenaje un tanto inusual con estos relojes, relojes como el del Conejo Blanco, pero que esta vez colgamos para evitar su caída en la madriguera..., o simplemente, al suelo.
¿Qué os pareció de niños el cuento de Alicia? ¿Os daba tanta ansiedad como a nosotras? ¿Y cómo veis decorar con el tiempo colgado?
Es verdad, tampoco era de mis cuentos preferidos. Luego, de mayor, me enteré que no fue creado como un cuento infantil, sino una gran crítica, como bien decís. En fin, eso es lo de menos, vamos a lo que más nos importa, los relojes. Preciosos todos, yo también tengo uno que no funciona desde años, pero queda monisimo de colgante.
ResponderEliminarUn saludo
Qué bonitos son los relojes.
ResponderEliminarQué objetos más impresionantes.
Siento pasión por ellos.
Me gusta verlos, tocarlos, moverlos, volver a verlos, volver a tocarlos y volver a moverlos.
Me gusta tenerlos, y no es por la hora, es pasión por la belleza,pasión y punto.
Y en el fondo, de eso se trata, de sentir sentimientos, de tener sensaciones, de vivir momentos.
Ya sea de los que te dejan huella o simplemente de los que pasan durante el día y no tienen que ser trascendentales.
Y para ello, que mejor que la mirada a un reloj para poder darnos cuenta de lo importante que somos y te lo pequeños que nos hacemos, algunas veces, queriendo.
Por cierto, y hablando de conejos, yo soy de bugs bunny.
AMSC
Holaaa chicas! siii por supuesto. Que gracias me ha hecho que le hagais mención al conejo.
ResponderEliminarA dia de hoy mirando la hora aún digo Me voy,me voy,me voy,jajajajaja
Pues no habia pensado decorar con el tiempo colgado,como decis vosotras,jajaja pero no quedan nada mal
Que bien hiláis todo,que maravilla,jajaja
Muchos besos pa las dos y feliz semana :)
Es un cuento que nunca me gustó (y sigue sin gustarme).
ResponderEliminarPero los relojes si que me gustan y me parecen que aportan un toque vintage a la decoracion muy relacionado con el estilo steampunk que me chifla.
Besos para dos y muy feliz semana.
Creo que es de los cuentos que menos me gusta. Ni con mis hijas cuando eran pequeñas podía verla a gusto.
ResponderEliminarSin embargo los relojes me encantan, y los de bolsillo incluso reportan tranquilidad, como si te remontaran a otra época.
¡Más calma es lo que tenemos que tener, que nos vamos a parecer al conejo ese!
Besos para las dos.
Ese cuento de Alicia, nunca me agrado del todo. De hecho incluso la version de Disney animada tiene una parte que se me hacia aburrida. Hasta que fui grande medio entendi libro y pelicula. Las imagenes de relojes, me encantan y mas que recordarme al conejo, me hacen pensar en mi abuelo y su reloj.
ResponderEliminarBs
No se si será porque no somos mucho de cuentos o que pero es que ni siquiera hemos leído ni nos han contado nunca el cuento de Alicia en el país de las maravillas ;-O. Y somos de los que tenemos relojes pero nunca los llevamos.........y solemos ser bastante puntuales ;-). Aunque no creáis que somos tan bichejos raros que en casa si que tenemos relojes que miramos cada vez que los necesitamos ;-D. Y estos relojes de bolsillo tienen un gran encanto decorativo :-)
ResponderEliminarBesos y feliz lunes
La gente por lo general le tiene manía al cuento de Carroll, no entiendo muy bien porqué, porque realmente es una joya que nos pone a todos en su sitio y nos enseña a identificarnos en nuestros traumas y a asumir nuestros errores. Quizás sea por ese mismo motivo realmente... :)
ResponderEliminarLos relojes de los abuelos tienen algo de poéticos, de atemporales, de darnos el tiempo pero sin prisa, verdad? Son tan bonitos y valiosos... Me ha encantado el post chicas, muy bien llevado ;)
Besitos¡¡
Tampoco de niñas nos gustó demasiado el cuento pero si los relojes de bolsillo que de hecho tenemos algunos que guardamos como pequeños tesoros y podéis ver ya que han salido en algunos posts.
ResponderEliminarFeliz semana,
Besos de las dos
ME ENCANTAN ESTE TIPO DE RELOJES TENGO UNOS CUANTOS ME LOS REGALO UNA AMIGA HERENCIA DE UNA TIA.
ResponderEliminarMI HIJO USA UNO ASI LE DAN ALERGIA LOS RELOJES EN LA MUÑECA.
SON PRECIOSISISMOS.
EL CUENTO DE ALICIA LO ODIO !!
SIEMPRE ME DIO MUCHO MIEDO.
SALUDITOS
Tengo que decir que los relojes me encantan y de este estilo antigua tengo una coleción de mas de treinta...me encantan.
ResponderEliminarBuen post.
Besos
Soy una enamorada de este tipo de reloj.
ResponderEliminarGracias por compartir, haciendo referencia a este precioso cuento
A mí también me disgustaba la obra de Carrol de pequeña, chicas, sin embargo ahora la admiro tanto que hasta tengo más de un poema que las menciona. No la considero literatura infantil, igual que el Principito, son obras demasiado complejas y, sí, como decís tienen mucho de explicación psicológica.
ResponderEliminarNunca he llevado reloj, tengo verdadera animadversión hacia ellos, no sólo por lo que significan sino como accesorio, sin embargo me encantan para decorar y para muestras vuestras fotos de hoy ;-)
Besos <3 <3
Hola Chicas!
ResponderEliminarQue relojes mas chulos nos mostrais !
Me encanta este tipo de relojes nunca
pasan de moda, ya sea para decorar como
para usar. Es cierto que siempre estamos
corre que te corre,pero la vida en la
que vivimos no nos deja tregua
Muchos besos guapisimas!
Me encantan los relojes, tengo más de uno... y más de dos también.
ResponderEliminarLa historia de Alicia no me gusta, la considero un cuento de terror, realmente.
Hola, no me ha gustado nunca este cuento, me daba miedo, no sé unas sensaciones extrañas.. Lo leí la priemera vez en versión infantil, claro está, Cuando lo volví a leer más mayor,aún me gustó menos. No es en absoluto literatura infantil, como muchos creen. Los relojes me encantan , nunca salgo sin él y tengo muchos. Un beso chicas, me ha encantado el post.
ResponderEliminarEste cuento no me gusta pero ahí esta.......tengo un reloj de este tipo de colgar del abuelo de mi marido lo limpie y lo puse en marcha y funciona perfectamente lo tengo en una vitrina de la cocina.
ResponderEliminarMe gusta las decoraciones con relojes
Besos para las dos
Pues para mi tampoco era un cuento que me gustara, y ahora de mayor entiendo el porqué. El tiempo, que horror !!! Los relojes tampoco me gustan nada, de hecho nunca llevo, pero claro, no nos engañemos no por ello el tiempo se detiene. Besoss
ResponderEliminarYo no llevo reloj pero lo curioso es que soy muy puntual,no me atraen los relojes ni siquiera para decorar. Y el cuento de Alicia tampoco me ha gustado demasiado las veces que lo he leído. Besos
ResponderEliminarQue maravilla de relojes, están muy de moda en decoraciones.
ResponderEliminarQue cierto es eso de que llego tarde jajajaja, odio la inpuntualidad jajajaja
Un beso!!!
A mí de Alicia me gusta la parte mágica, descubrir ese universo paralelo me fascino.
ResponderEliminarSí hablamos de relojes también me gusta su encanto y esa evocación de otros tiempos y otro ritmo, utizarlos de adorno es un destino perfecto.
BESOS
La historia de Alicia me pone nerviosísima. Desde niña, nunca me ha gustado, pero lo que sí que me encantan son los relojes antiguos. El vuestro, sobre ese precioso vestido, con esa puntilla, es espectacular.
ResponderEliminarUn beso grandote.
María