No es lo más habitual situar el lavabo en esquina. Pero a veces es la única solución para resolver espacios pequeños, sobre todo en esos aseos de cortesía que tienen algunas casas, casi siempre en planta baja, y algunos pisos, para reservar la zona de noche al ámbito estrictamente familiar. Estos pequeños sitios casi siempre se ciñen al lavabo e inodoro. Su uso es más limitado, pues, que el del baño completo y suelen permitirse más licencias decorativas. De todas formas, ya sólo estas pequeñas pilas son de por sí coquetas y pizpiretas, y con poca cosa, como en las siguientes fotos, resultan atractivas.
Pero aún podemos añadir un faldón de tela que proporcionará a la estancia más calidez. El espejo y el lavabo en ángulo se convierten en el punto focal a partir del que se desarrolla la decoración en simetría.

Y a partir de ahí podemos añadir todo lo que queramos: profusión de cuadros, papel pintado, dobles espejos...Un detalle a comentar, ¿os habéis fijado en las griferías de las distintas fotos? No hay ni un solo grifo monomando...no tenemos nada en contra de ellos, pero quizás se hayan usado demasiado y hay una vuelta a las llaves más tradicionales, con una para el agua fría y otra para la caliente o un solo caño con dos mandos... La verdad, a nosotras esa tendencia ¡nos encanta!