¿Qué cuelgas de tus cuernos? Éste era el título que le íbamos a dar a este post. Pero luego de leerlo en voz alta nos pareció, cómo decirlo..., ¡poco fino! Aunque, si eres un enamorado de la caza, y exhibes en casa los trofeos de esa práctica, esos cuernos son tuyos, te gusten o no. También puede ser que la cinegética no sea tu deporte, pero te atraiga la moda, tan extendida ya, de decorar con una falsa cabeza de animal o su osamenta. En este caso, lo quieras o no, esos cuernos nuevamente serán tuyos. Resumiendo: si en tus paredes cuelgas alguno de estos trofeos, siempre correrás el riesgo de que te suelten aquello de "¡vaya par de cuernos tienes!" Por eso, lo mejor es camuflarlos. Desviar la atención del asunto, descontextualizarlo, que ahora se lleva mucho eso. Y aquí os damos unas cuantas ideas sencillas y diferentes con las que tratar de evitar, en lo posible, las consabidas bromas al respecto...
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lunes, 6 de abril de 2015
lunes, 16 de junio de 2014
¡Preparados..., listos..., ya!
Ninguna de las dos somos competitivas..., no hemos ganado ni un solo trofeo. También será por el hecho de que tampoco somos deportistas (perdonanos, Leti...). Si alguna vez hemos ganado algo, ha sido de pequeñas y con relación al dibujo o la pintura. Pero nada más. Sin embargo, el abuelo de una de nosotras consiguió muchas, bastantes copas en competiciones de hípica, y aún conservamos algunas de ellas. Y estas han sido hoy nuestra inspiración... Y es que son susceptibles de contener en su interior cualquier tipo de objeto y hacer un conjunto de lo más decorativo.
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