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viernes, 22 de febrero de 2019

Redonda y "animalada"

Este auxiliar, redondo y de tres pisos, vino a vivir a casa de una de nosotras hace poco. No es un mueble de calidad, pues los tres sobres son de aglomerado, pero nos pareció coqueto y funcional, amén de tener cierto valor sentimental...


No le dimos muchas vueltas, el color blanco fue nuestra elección...,


..., incluidas las ruedas


Tras cuatro manos de pintura a la tiza...,


..., y un sorprendente decoupage...,


..., así luce ahora la mesilla.


Muy diferente e, incluso, sofisticada. 



Uno de nuestros primeros trabajos, al inicio casi de Retro y con encanto, fue una mesita, cuyo sobre decoramos con el mismo papel. Siempre habíamos querido volver a usar el pequeño resto que nos quedaba, pero no surgía la oportunidad...,


..., hasta ahora. 


¿Os gusta el resultado? Pues con este trabajo volvemos con muchas ganas a los Findes Frugales de Marcela Cavaglieri,


¡FELIZ FIN DE SEMANA!

viernes, 26 de octubre de 2018

Forja renovada

Somos culpables de haber dejado de lado y a la intemperie, durante mucho tiempo, ciertos objetos de forja... Este porta velas, rústico y romántico a la vez, ha sido el último elemento rescatado (como antes ya fueron estas cestas y esta otra)


Podéis ver lo oxidado que estaba, y que tan sólo le quedaban dos de los cuatro cristalitos que, en su origen, adornaban la campanita. Pero, manazas que somos, mientras la manipulábamos, rompimos uno de los cristales, con lo que nos quedamos con este solitario.


La lana de acero nos ayuda a igualar un poco la superficie...,


..., antes de pintar.


Dos manos son suficientes...,


..., pues queremos ser generosas con la lija.


Había que solucionar lo de los cristalitos; no íbamos a dejar al pobre huérfano, así que...,


..., esto es lo que hicimos.


Nos gusta el hierro y el óxido que se asoma tras la pintura, nos gusta el alambre del que cuelgan los cristales.


No podía perder su impronta rústica...,


, ni su lado romántico.


Aunque sí merecía un poco más de mimo en el trato...,


..., y un lugar, donde poder iluminar las noches.


Y con esta sencilla, pero muy necesaria, redecoración, nos vamos corriendo a casa de Marcela Cavaglieri.

¡FELIZ FIN DE SEMANA!



viernes, 19 de octubre de 2018

¡Que vienen curvas!

Este banquito de cocina volvió a la casa de una de nosotras después de más de veinte años de vivir en otro hogar... Avatares de la vida, caprichos del destino... ¡La vida misma! Pero aún no nos sentimos preparadas para hablar de esta historia... Tan solo decir que, siempre nos han pirrado estos asientos para las cocinas, y que si no los teníamos era por problemas de espacio... Aunque a éste le hemos hecho sitio, sí o sí.


El color blanco nos venía perfecto, tan solo había de limpiarlo un poco y hacerle una nueva funda más acorde con la decoración actual. Como no queríamos desprendernos de ésta de color salmón, la nueva la hicimos midiendo el diámetro del asiento, y añadiéndole al mismo los centímetros que consideramos necesarios. Dibujamos con compás el círculo sobre el reverso de la tela y recortamos.


Aquí hay que hacer un inciso memorable. La de nosotras que no tiene ni idea de coser, se ha comprado una máquina de idem... Y la otra, que es experta en la materia, ¡le está dando clases de costura!


Este trabajo, como muy sabiamente indicó la maestra a la alumna, no ha sido el más acertado para una principiante, pues remallar, hacer dobladillo y fruncir con un elástico una circunferencia, no es lo más sencillo, precisamente, para comenzar. Sin embargo, ahí estábamos las dos, mano a mano, una dispuesta a aprender y la otra a enseñar, con mucha paciencia.


Había tantos saltos en las puntadas, que parecía que a la tela le habían dado bocados... Así que la profe, para disimular, remató el trabajo con una puntilla.


Pero esta solución fue todo un acierto, pues le dio un toque precioso y muy coqueto a nuestra nueva funda.


Tan redonda y tan bonita, ¿verdad?


Aunque lo próximo que cosa la neófita será un cojín cuadrado y sin curvas, palabrita...


En este rincón hemos ubicado a nuestro banquito y su nueva funda, perfecto para acompañar con una buena charla al que cocine, o tomar un desayuno rápido...


 Y con él nos vamos a casa de Marcela Cavaglieri un viernes frugal más. ¿Os venís?

¡Feliz fin de semana!


viernes, 5 de octubre de 2018

"La mesita de la abuela"

En el taller guardamos restos de muebles cuyo mal estado han hecho que solo mantengamos algunas de sus piezas para, con cierta imaginación, reutilizar después y darles nueva vida. Es el caso de una base ovalada de la que ya ni siquiera nos acordábamos ...


... o de estas torneadas varitas que adornaban no sabemos qué auxiliar...


Ya hace unos años que adquirimos por internet unos pomos color avellana para completar nuestro recordado aparador amarillo, y al venderse por lotes, sobraron cuatro. ¡Ahora nos venían al pelo!


Con todo ello, nos pusimos manos a la obra. Un papel vinílico muy retro nos iba a ayudar en nuestro cometido. Esas arrugas tan pronunciadas, por supuesto, quedarán anuladas con una buena aplicación, y si no, ya veréis el resultado más adelante.


Un buen truco es usar la lija para eliminar el exceso de papel. Basta un ligera aplicación en los bordes de arriba a abajo y después retirar el sobrante para que el resultado sea impecable.


Nuestras varitas torneadas tenían el hueco preciso para que los tornillos de los pomos se acoplaran a ellas como si de un guante se tratara, y....


¡He aquí nuestra mini mesita auxiliar "made in Retro"! 


Tiene un aire vintage que, no sabemos por qué, nos recuerda a las abuelas, ¿no os parece?


Y ya veis cómo el papel se ha adherido a la perfección a la base. ¡Ni una arruga!




Solo quedaba adornar la mimimesita para mostrar toda su belleza y situarla en un rincón de cualquier hogar...



... o de nuestro taller. Nosotras la imaginamos como portamacetas, pero eso ya lo dejamos a la imaginación...



¿Os ha gustado el resultado? Pues veremos qué les parece a los lectores de Marcela Cavaglieri, a cuyo Finde Frugal vamos directas con nuestra "mesita de la abuela". ¡Nos vemos allí!


¡Feliz fin de semana!


viernes, 28 de septiembre de 2018

De pamplinas y decoupage...

¿Recordáis aquel post en el que os hablábamos de un hurto botánico? Gracias a vuestros comentarios,   aprendimos que se trata de una planta de la familia de las Tradescantias, y que, comúnmente, es conocida como "amor de hombre" o "pamplina". Esas matitas de aquella otra entrada pasaron a mejor vida por circunstancias, pero nos hemos agenciado otras nuevas, esta vez de un parterre cerca de una de nuestras casas, en las que crecen casi lujuriosamente... Las pusimos en agua para que echaran pequeñas raíces...,


..., y este fin de semana, aprovechando el buen tiempo del que aun disfrutamos, nos dedicamos a trasplantarlas. Elegimos esta maceta de barro pintada de blanco y ligeramente craquelada...,


..., que, nos pareció, mejoraría con algún detalle que la adornara mínimamente. Con cola de decoupage y un cromo de nuestra colección, pusimos remedio inmediato.


Esta planta tiene fama de invasiva, pero a nosotras nos parece lo más. Apenas tiene problemas para reproducirse y requiere de cuidados mínimos. 


Rellenas la maceta de tierra, abres pequeños agujeros, con el dedo mismo, introduces cada mata, cuidando que las pequeñas raíces queden enterradas. ¡Y listo!


Sus ramas comienzan a colgar antes de que te quieras dar cuenta...,


..., lo que la hace perfecta para colocar en alto, como un portamacetas o una estantería. Y precisamente en ésta última es donde ha ido a parar.


Para evitar que el agua del drenaje manche nuestro estante, le hemos colocado un coqueto cacharro que evita el desastre. Y con nuestro decoupage y nuestra jardinería básica, nos vamos a casa de Marcela Cavaglieri y su Finde Frugal...

¡FELIZ FIN DE SEMANA!



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