Lecturas muy femeninas...

Comenzamos la semana con espíritu coqueto... Las dos últimas, a causa del frío, las hemos pasamos ateridas y sepultadas bajo capas y capas de ropa, sin rastro de "sexapeel"... Por nuestra tierra no se han desplomado las temperaturas como en el centro y norte de España, pero también han sido bajísimas para lo que acostumbramos y, sobre todo, muy continuadas, por lo que nos ha sorprendido el día a día sin saber muy bien cómo compaginar el ir monas y abrigadas... Y como lo segundo imperaba sobre lo primero, lo dicho, capas y más capas para contrarrestar la gélida calle y muchos interiores, mal acondicionados por aquí en esta estación. Por eso, tras quince días de pantalones y botas calentitas, narices rojas y rostros lívidos, y a la vista de que la cosa sigue, hemos querido empezar el lunes con estas inspiradoras lecturas femeninas vintage, que nos recuerdan que llegará el día en que emergeremos de las pellizas en forma de mujer...

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¿Cómo lleváis estas bajas temperaturas, amig@s? Suponemos que tiene que ser muy dificil convivir con ese frío polar; sin embargo, reconocemos que cada día nos sentamos a ver en la tele las bellísimas estampas que la nieve está dejando por ciudades, pueblos y campos de nuestro país...

Bien protegidas y algo más...

Una de las cosas que nos movió a ampliar la temática del blog, fue el querer compartir esos productos de belleza que probamos y nos funcionan. Es tanta la oferta que existe al respecto que, cuando algo es bueno, ¡qué mejor que compartirlo! Eso sí, nosotras buscamos calidad y economía, nada de dispendios; hemos podido comprobar con los años y la experiencia que, en cosmética, no todo lo caro es lo mejor, y que la constancia es uno de los ingredientes fundamentales para obtener los mejores resultados.

Sin más preámbulos, hoy queremos compartir un producto maravilloso que ambas usamos desde hace tiempo... Vaya por delante que éste no es ningún post patrocinado, hablamos de él porque a nosotras nos entusiasma. Se trata de un protector solar de factor 50 con color, de la marca Frezyderm (de origen griego), que un día probamos por casualidad en una parafarmacia (también se vende en farmacias y por internet). Libre completamente de grasas, su textura aterciopelada sorprende desde el primer momento, y enamora del todo cuando se funde con la piel, dejándola satinada, ligeramente maquillada y, por supuesto, protegida.

Sólo existe en un tono, pero éste se adapta perfectamente a cualquier cutis y te permite lucirlo durante todo el año en sustitución de la base y los polvos. ¡Imaginaos la comodidad que ello supone! Nos lo aplicamos cada mañana con la piel limpia justo después de la crema hidratante y ya, vayamos  a la playa o a la oficina, este protector con color siempre nos acompaña.

En el lado interno de la muñeca os mostramos el producto; a la izquierda de la imagen lo hemos extendido y, aun siendo más oscuro que nuestra piel, mágicamente el color se iguala con cada dermis.

¡Sí, sí, a un pétalo de rosas, suavito y sedoso, vuestra piel se asemejará!

De labios y retoques...

Tenemos un grupo de amigas estupendas, ya lo hemos comentado en más de una ocasión por aquí, aunque no es de la amistad de lo que hoy queremos hablar... Somos más o menos de la misma quinta y todas naturales como la vida misma. Aún. ¿Qué significa esto? Pues que cada una va llevando su cuerpo serrano y sus líneas de expresión con naturalidad y alegre resignación. Eso no significa que no nos guste una crema más que a un tonto un lápiz, pero tampoco es un tema constante ese de "qué llevas, qué te pones, qué usas.." (Canoe... ¡ay, que no nos hemos podido resistir! ¿recordáis el anuncio?). Por ahora, ninguna ha recurrido a retoques estéticos, y eso, para éstas que escriben, ¡es una alegría!, pues todos esos pinchazos y rellenos nos asustan un mucho. Además, estamos convencidas de que es algo contagioso, y seguro que si a una de ellas le da por probar y las demás vemos los resultados, ¡vamos todas del tirón! Por eso no decimos de este agua no beberé, aunque desde luego, no entra en nuestros planes ni a corto ni a largo plazo.

Pero sí tenemos algún que otro truquillo de belleza... Éste que os vamos a contar ya lo publicamos al comienzo de nuestro blog, aunque entonces sólo nos leían nuestros afectos (cuatro gatos)... Por eso hemos pensado que era una buena idea rescatarlo, ya que a nosotras nos funciona. Se trata de un ejercicio para aumentar el volumen del labio superior... Sí, sí, como lo oís, ¡aumentar! Y sin necesidad de rellenos de ningún tipo. Una de nosotras lo lleva practicando muchos años, desde que lo descubrió en una revista femenina, y la constancia consigue mantener en forma ese músculo labial (o como se llame). Aún guardamos la foto... ¿queréis verla?

Y menos mal que tenemos la imagen, porque ni por todo el oro del mundo saldríamos nosotras practicando... ¡Ya nos entenderéis cuando os veáis delante de un espejo probando!

Hoy, además, hacemos una confesión; somos adictas a los bálsamos labiales, rara vez nos veréis con pintalabios, pero la vaselina, el carmex, y todos sus allegados, van (¡del tirón!) al bolso cada día. Y lo extendemos un poquito por encima del labio superior para evitar el temido código de barras... A ver, esto es de cosecha propia, si mantenemos esa zona constantemente hidratada, tardará más en arrugarse, ¿no? ¡es de lógica! Pues eso, que a veces casi nos llegan los brillos a la nariz... ¡Pero nosotras tan contentas!

Dos gestos sencillos de llevar a cabo, y bien asequibles, con los que ir ralentizando el inevitable paso del tiempo por esta zona. Pero, sobre todo, nosotras estamos convencidas de que funcionan, ¡y este convencimiento es el mejor tratamiento de belleza!

¿Conseguiremos tener estos morritos que no tenemos de forma natural? ¡Por nosotras que no quede!

Ese no lo tengo...

Esta es la frase más repetida por nuestras hijas adolescentes cuando van a una perfumería: "ese color de uñas no lo tengo".Y la historia continúa cuando, irremediablemente, tiran de sus ahorros para hacerse con él. Pero hay que reconocer que ver esos expositores, llenos de botes de coloridos brillantes en todas las tonalidades imaginables, son una tentación para cualquiera. Y si encima está de moda pintárselas de cualquier gama que te apetezca... el cocktail está servido: ¡queremos todo el arco iris completo!. Luego, cuando en casa las ves todas juntas piensas... "¡qué cosa más mona, esto decora un montón!". Y sí, lo hace y mucho, y no somos las únicas que las tenemos a la vista para disfrute de nuestros sentidos, sobre todo de nuestras pupilas, embriagadas con tanto cromatismo. Hay, como en todo, un mundo de féminas pensando en cómo guardar, ordenar o exponer este pequeño tesoro multicolor, al que siempre querrás añadir ese que no tienes...

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Pues si, ¡decoran y animan un montón!

El secreto de mis labios.

Bajo este sugerente título se esconde un secreto de belleza, un ejercicio más bien, que venimos realizando desde que hace años lo descubrimos en una revista de moda, no recordamos cual, y decidimos que por probar no perdíamos nada. ¡Cual fue nuestra sorpresa al descubrir que funcionaba!.

Y no es que lo hayamos mantenido en secreto ni mucho menos, lo contamos sin problema nos pregunten o no, y hasta hemos hecho demostraciones prácticas en público y todo, a pesar de que no es nada favorecedor el realizarlo...

Pero ya que buscando y rebuscando hemos encontrado el recorte de la revista(quién guarda haya), nos ha parecido que merecía un post: Es de esas cosas sencillas a compartir, y si se hacen con constancia, por supuesto, se ven los resultados.

Pedimos disculpas por la foto, no está en su mejor momento, pero ni por un asomo vamos a posar nosotras de esa guisa...tenemos una imagen que mantener, y ya bastante hemos hecho el ridículo en directo, jajaja.

Nuestros labios superiores mantienen su volumen natural y un poquito más..., de modo que si puedes ahorrarte la silicona o el relleno, pués "chapeau":  fácil, barato y efectivo, ¡lo tiene todo!.

(¡Ay... lo que daríamos por veros a todas en este momento practicando...!).