Hay quien tiene el don de ponerse encima cualquier prenda, y conseguir acaparar miradas de admiración por la calle... Igualito que nosotras que, cuando no tenemos el día, y aunque lo tengamos...., acumulamos montañas de ropa encima de la cama hasta dar con el modelito "perfecto"... Y otro tanto ocurre en decoración; hay quien coloca un libro, una lámpara torcida y una pera... ¡y le queda un bodegón de esos que te hacen suspirar de bonito! Lo mismo que ocurre con el vestuario, cada rincón de nuestros hogares es el resultado de mucho ensayo y error, hasta dar con la composición que más nos complazca; nada de lanzar la pera, como quien no quiere la cosa, y acertar a la primera... En realidad, como para la mayoría de los mortales, todo en la vida suele ser producto del esfuerzo, y pocas cosas son fruto de azar... Sin embargo, la ya famosa pera de abajo fue la que nos llevó a esta "sesuda" reflexión sobre los dones, lo que, a su vez, hizo que reparáramos en la fruta, y en su gran poder decorativo... Una cadena deductiva en toda regla, ¿no os parece?... ¿Será que tenemos ese don?
lunes, 22 de noviembre de 2021
lunes, 8 de marzo de 2021
Inspiración a la naranja
Durante los fines de semana, pasear por nuestra ciudad se ha convertido en algo habitual y necesario, pues con estas largas caminatas cumplimos con la dosis de ejercicio diario autoimpuesta... Ante la imposibilidad, durante tantos días, de poder salir de nuestra urbe, Sevilla se ha convertido en nuestro gimnasio particular y, podemos decir, casi sin miedo a equivocarnos, que nos hemos recorrido todo su centro histórico de pe a pa varias veces... y, sin embargo, ¡siempre descubrimos cosas nuevas y sorprendentes! Por ejemplo, una de las cosas que más nos gusta, es asomarnos a esas casas impresionantes que conforman la parte mas antigua de aquí y en las que, tras el zaguán, casi siempre con las puertas abiertas invitándote a entrar, accedes a un patio central en torno al cual se distribuyen las estancias. Este patio sí se encuentra protegido por una reja que impide el paso, pero no las vistas, ¡y qué vistas!; la mayoría de ellos se encuentran magníficamente conservados y llenos de plantas y flores para deleite de curiosos y visitantes... Y fue en uno de éstos que descubrimos como el encargado de la jardinería y el cuidado de la casa había decorado, tanto el zaguán como el patio, con las naranjas de sus propios árboles. Estuvimos charlando un rato con él, marroquí por más señas, y le felicitamos por su indudable sentido de la estética y por su original contribución a la hora de embellecer aun más su "centro de trabajo"... Así que, hoy por aquí, inspiración a la naranja.
Por cierto, el azahar que recorre nuestra ciudad está a punto de reventar y de inundarnos con su preciosa flor y ese aroma que por unos días lo envolverá todo... ¡Ojalá pudiéramos transmitiros esas sensaciones por aquí!
lunes, 4 de mayo de 2020
Con frutas y verduras
lunes, 23 de septiembre de 2019
El rescate de un carrito...
lunes, 11 de marzo de 2019
Si la vida te da limones...
miércoles, 8 de noviembre de 2017
¡Céntrate!
miércoles, 1 de noviembre de 2017
De aversiones y hortalizas...
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Para pasteles, fruta y algo más...
Foto
Foto

Foto