miércoles, 31 de octubre de 2018

Un tributo a México

El verano pasado acudimos al concierto que dio en nuestra ciudad el cantante Luis Miguel. Somos, desde siempre, fans incondicionales del "Sol de México". Comentaros que el artista estuvo espectacular, como en sus mejores tiempos, con un vozarrón de quitar el "sentío", y en plena forma física... (¡qué guapo es, por favor!). Pero el momento estelar vino cuando, al grito de "¡mi mariachi!", salió al escenario la misma. ¡Madre mía, aquello fue la locura! No sabemos por qué nos tiran tanto estas orquestas y sus rancheras, pues, que sepamos, no corre sangre mexicana por nuestras venas, pero desde pequeñitas, los mariachis, (ahh!, y el personaje del Zorro), nos han entusiasmado. Hasta el punto de que una de nosotras viajó a México en su luna de miel. Y de allí mismo se trajo una manta típica del país, de algodón y, casi siempre, con rallas de vibrantes colores, llamada Sarape. La nuestra, en tonos pasteles, debe ser de las menos usuales, pero deja clara constancia de que el gusto por los colores suaves nos viene de lejos... Con pocos tejidos tan resistentes y polifacéticos nos hemos encontrado en nuestras vidas; en estos más de veinticinco años, ha hecho las veces de alfombra, de manta, mantel, y hasta lo hemos usado para proteger los muebles cuando los hemos trasladado en coche de un sitio a otro... ¡Y permanece inalterable! No nos extraña, pues, que la decoración haya caído rendida ante su versatilidad y calidad (se usan hasta para tapizar), y que estos sarapes estén más de moda que nunca.













Además, le dan un toque étnico, tan de actualidad, a la decoración. ¿Conocíais estos tejidos?

Nos tomamos este puente de vacaciones blogueriles. Esperamos que disfrutéis del final de semana, con puente o sin el.  Nos vemos el lunes 5 de noviembre.



lunes, 29 de octubre de 2018

Cubriendo por partes

Hay una moda en las bodas de hoy día que no acaba de llenarnos... Nos referimos a los tocados. Y decimos de hoy en día porque, en la época en que nosotras nos casamos, ninguna fémina llevaba la cabeza cubierta (salvo la madrina con su peina y mantilla, y la novia, por supuesto, velada ella). Así que, cada vez que tenemos una boda de mañana, lucimos nuestras melenas al viento sin aditamento alguno. Nos encanta dar empaque a nuestra vestimenta con otros complementos, y uno de ellos son los guantes. ¿Hay algo más decorativo que unos mitones que cubran manos y brazos hasta la manga francesa de un vestido sencillo y sin aspavientos? Pues eso. que besar a los invitados al evento con un "pamelón" es un riesgo para la integridad del saludado, mientras que un buen apretón de manos, con los deditos vestidos de terciopelo, no ofrece peligro alguno. Y esa misma seguridad, la llevamos a nuestras cocinas con estas manoplas, tan decorativas como efectivas.











Y que conste que nos encanta ver a las señoras y señoritas con elegantes sombreros y diademas, pero no...., nosotras no nos vemos con ellos.... Y vosotras, ¿usáis los tocados y las pamelas? ¿Y qué nos decís de los guantes y las manoplas?



viernes, 26 de octubre de 2018

Forja renovada

Somos culpables de haber dejado de lado y a la intemperie, durante mucho tiempo, ciertos objetos de forja... Este porta velas, rústico y romántico a la vez, ha sido el último elemento rescatado (como antes ya fueron estas cestas y esta otra)


Podéis ver lo oxidado que estaba, y que tan sólo le quedaban dos de los cuatro cristalitos que, en su origen, adornaban la campanita. Pero, manazas que somos, mientras la manipulábamos, rompimos uno de los cristales, con lo que nos quedamos con este solitario.


La lana de acero nos ayuda a igualar un poco la superficie...,


..., antes de pintar.


Dos manos son suficientes...,


..., pues queremos ser generosas con la lija.


Había que solucionar lo de los cristalitos; no íbamos a dejar al pobre huérfano, así que...,


..., esto es lo que hicimos.


Nos gusta el hierro y el óxido que se asoma tras la pintura, nos gusta el alambre del que cuelgan los cristales.


No podía perder su impronta rústica...,


, ni su lado romántico.


Aunque sí merecía un poco más de mimo en el trato...,


..., y un lugar, donde poder iluminar las noches.


Y con esta sencilla, pero muy necesaria, redecoración, nos vamos corriendo a casa de Marcela Cavaglieri.

¡FELIZ FIN DE SEMANA!



miércoles, 24 de octubre de 2018

De contras y demás....

Hoy vamos a hablar de interjecciones (imaginamos vuestras caras... ¿Qué dicen éstas?). Ya hemos dicho en alguna ocasión que no somos muy dadas a decir palabrotas; los tacos no van con nosotras, aunque alguna que otra vez se nos ha escapado una palabra mal sonante. Pero sí que nos gustan esas expresiones y vocablos que nos sirven para exaltar un estado de ánimo en un momento dado. De jovencita, por ejemplo, una de nosotras soltaba un "¡caracoles!" cuando algo le asombraba. El padre de esa misma decía "caramba" tras escuchar un nombre cuyo sonido recordaba a una palabrota (léase, por ejemplo, Logroño "caramba", o lo que hoy día se diría, jocosamente, esa palabra tiene premio...). La abuela materna de la interfecta  también gritaba "¡el demonio con su tenedor!" cuando algo le fastidiaba... Y aunque es bastante relajante soltar un moño a tiempo, nosotras reivindicamos el uso del "¡córcholis!", del "¡narices!", del "¡puñetas!" (que no es un taco, conste), del "¡diablos!", o del "¡contra!"... Y hablando de contra...., ¿qué os parecen estas contra....ventanas convertidas en estanterías?




Foto



Foto



Foto



Foto

¿Qué interjecciones usáis? ¿Sois de "contra" o de contraventanas recicladas en estantes?



lunes, 22 de octubre de 2018

Podadoras de ciudad...

Somos especialistas en aprovechar los recursos florales naturales que nuestro entorno nos proporciona. Y ya hemos comentado varias veces por aquí, cómo nos proveemos de las flores que crecen en los parterres y medianeras vegetales de las calles aledañas al taller. ¡El caso es tener flores naturales en casa! Y no es que no queramos gastarnos un duro en ellas... que ahora que es tiempo de nardos, en casa no nos faltan, pues los compramos hasta que termine la temporada... Pero, también tenemos un sexto sentido para detectar las "silvestres" de ciudad, y entre ellas, las buganvillas. Tenemos un seto cercano compuesto por estas plantas, que casi nunca llegan a dar flores, pues suelen estar podadas para no invadir la calzada... Sin embargo, entre poda y poda, crece poderosa, y termina echando su flor tan característica y en el precioso color que le da nombre. Ese en nuestro momento. Tijera en mano, las "prepodamos"... ,


...,para después componer magníficos ramos con los que decorar nuestras casas, con ese golpe de luz y color que estas flores proporcionan.




Foto



Foto


Foto



Ni que decir tiene que para mantenerlos muchos días así de lozanos, le añadimos al agua nuestra "fórmula magistral", infalible con la flor cortada. ¿Habéis decorado alguna vez con ramas de buganvillas?


viernes, 19 de octubre de 2018

¡Que vienen curvas!

Este banquito de cocina volvió a la casa de una de nosotras después de más de veinte años de vivir en otro hogar... Avatares de la vida, caprichos del destino... ¡La vida misma! Pero aún no nos sentimos preparadas para hablar de esta historia... Tan solo decir que, siempre nos han pirrado estos asientos para las cocinas, y que si no los teníamos era por problemas de espacio... Aunque a éste le hemos hecho sitio, sí o sí.


El color blanco nos venía perfecto, tan solo había de limpiarlo un poco y hacerle una nueva funda más acorde con la decoración actual. Como no queríamos desprendernos de ésta de color salmón, la nueva la hicimos midiendo el diámetro del asiento, y añadiéndole al mismo los centímetros que consideramos necesarios. Dibujamos con compás el círculo sobre el reverso de la tela y recortamos.


Aquí hay que hacer un inciso memorable. La de nosotras que no tiene ni idea de coser, se ha comprado una máquina de idem... Y la otra, que es experta en la materia, ¡le está dando clases de costura!


Este trabajo, como muy sabiamente indicó la maestra a la alumna, no ha sido el más acertado para una principiante, pues remallar, hacer dobladillo y fruncir con un elástico una circunferencia, no es lo más sencillo, precisamente, para comenzar. Sin embargo, ahí estábamos las dos, mano a mano, una dispuesta a aprender y la otra a enseñar, con mucha paciencia.


Había tantos saltos en las puntadas, que parecía que a la tela le habían dado bocados... Así que la profe, para disimular, remató el trabajo con una puntilla.


Pero esta solución fue todo un acierto, pues le dio un toque precioso y muy coqueto a nuestra nueva funda.


Tan redonda y tan bonita, ¿verdad?


Aunque lo próximo que cosa la neófita será un cojín cuadrado y sin curvas, palabrita...


En este rincón hemos ubicado a nuestro banquito y su nueva funda, perfecto para acompañar con una buena charla al que cocine, o tomar un desayuno rápido...


 Y con él nos vamos a casa de Marcela Cavaglieri un viernes frugal más. ¿Os venís?

¡Feliz fin de semana!


miércoles, 17 de octubre de 2018

Y mi camara vintage...

Una de nosotras recibió este último verano, y como regalo de cumpleaños, esta coqueta cámara de fotos instantáneas: un modelo actual, de estética retro, que rememora a las polaroid de toda la vida. Ni que decir tiene que con ella hemos retratado hasta al apuntador, y que es emocionante ver cómo la imagen va cobrando vida segundo a segundo, en un revelado casi mágico. En fin, un capricho divertido que, además, contenta a todos, pues permite regalar estampas para el recuerdo. Y aunque parezca que estamos promocionando la cámara, ni muchos menos. Es tan solo que, al pensar dónde la guardaríamos entre uso y uso, se nos ocurrió dejarla en una de las estanterías del salón a modo de detalle decorativo. Y es aquí donde surge la inspiración para el post... Lo cierto es que sus colores y su estética, tan vintage, las hacen tan atractivas a la vista, que es una pena guardarlas...




Foto


Foto


Foto


Foto


Foto

¿A que sí? Contadnos, ¿tenéis alguna máquina instantánea con la que recoger momentos para siempre?



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...