Si, sí, corre porque tiene patitas... y aunque es cobarde el que corre, más vale un cobarde limpito, ¿no? Pues ya sabéis lo que os mostramos hoy, esas bañeras libres que tanto nos gustan. ¿No habéis querido siempre tener una? Jessica Lawson en su libro Rincones acogedores lo expresa mejor que nadie...
"¿Que tendrán las bañeras con patas o exentas, que las hacen sujeto directo de múltiples poemas o ensoñaciones románticas?. Quizás sean sus formas redondeadas, la gracia de las patas que la sustentan, su evocador aire retro o sus connotaciones "hollywoodienses" de lujoso bienestar: largos baños de espuma saboreando una copa de champagne".Este es otro de esos post "sólo para nuestros ojos", para recrearnos, para suspirar por lo que probablemente nunca tengamos en nuestro reducido cuarto de baño... Porque la idea de ponerla en el dormitorio tampoco parece factible. Necesitan holgura por su tamaño y eso, vistas las construcciones de hoy en día, es difícil de conseguir.
Patas de bolas, garras, hojas de acanto... Todas tienen su aquel, y lo mismo van en entornos rústicos, que románticos, en espacios modernos que en los más "chic".
¿Y qué nos decís de esas maravillosas griferías con su ducha de teléfono de toda la vida? Son el complemento perfecto para dar ese aire clásico a nuestros baños . Por cierto..., las mecedoras también son para los baños...
Y si además le añadimos unas barras metálicas para cortinas, podemos darnos una agradable duchita sin derramar nada fuera.
¿Qué? Están bien, ¿no? ¡¡¡Pues corred tras ellas!!!