A ver cómo enfocamos este post.... El nombre ya nos da una mijita de corte... ¿La recordáis? Era una chica flacucha y de pelo corto, algo casquivana, personaje principal de unas cuantas películas eróticas de la Francia de los 70. Al parecer (nosotras no podemos dar fe de ello, que conste), esta muchacha hizo las delicias de muchos en esa época, en cuanto a fantasías sexuales se refiere, pero lo que nos importa a las dos de este famoso film es el aspecto decorativo, ya sabéis. Y es que Enmanuelle popularizó la llamativa Silla Peacock, creada por Hans J. Wegner en 1947. Ese hermoso y exagerado respaldo, que recuerda muy mucho a la impresionante cola de un pavo real ,se convirtió en un icono del diseño, pero sin duda, la película llevó a más altas cotas de popularidad a este emblemático asiento. Nosotras, de momento, nos conformamos con una miniatura, que los excesos, en todos los sentidos, no van con las buenas formas.
¿Qué os provoca esta original butaca? Tenéis alguna versión en casa?
Nos chiflan este tipo de butaca y aunque de momento no tenemos ninguna aspiramos algún día dar con alguna.
ResponderEliminarVosotras al menos tenéis una en miniatura y muy bien acompañada.
Esperamos que estéis disfrutando del verano ahora que los chicos han terminado.
Feliz lunes,
Besos de las dos
A mi siempre me ha parecido algo incómoda con ese respaldo tan alto y recto pero reconozco su gran valor decorativo pues se convierte en el centro de atención de las estancias donde este colcada.
ResponderEliminar¡Besos y feliz semana!
Sirvan los excesos para conocernos a nosotros mismos.
ResponderEliminarSirva el tener límites para saber dónde tenemos nuestra libertad. Sirva el conocimiento de esta libertad para saber dónde está nuestra felicidad.
Somos extravagantes, algunas veces, por pura necesidad, porque nos encontramos en momentos límite en los cuales no sabemos frenar nuestros impulsos, y hay que conocerse muy mucho para saber cuándo hay que parar.
Respaldo contra taburete,comodidad sobre eficiencia...
Ocurre, sobre algunos objetos, que los criadores nunca pensaron que pudieran llegar a convertirse en iconos, por tanto nunca el propósito del diseñador, y del creador, piensa ni en futuro ni siquiera inmediato.
No sé hasta qué punto, decir tú a la imagen del proyectista sobre el fondo en que se convierte y sobre que se derivan los propósitos futuros, que el destino le va a llevar.
Me gustaría conocer la opinión de Wegner.
No siempre estamos en contacto con la realidad y tampoco sé si verdaderamente es necesario que sea así.
Lo interesante sería la derivación de los temas, necesitamos fluctuaciones que son las que se producen porque el mundo está vivo, porque el mundo mueve todo lo que nosotros hacemos, y no siempre tenemos el poder de todo lo que creamos.
Mejor dicho, nunca tenemos el poder pero qué hacemos.
En eso quizá radica la belleza de movimiento continuo, de no estár nunca parados, de estar vivos de estar en continuo crecimiento y de saber, que se continuo aprendizaje nos hace crecer más, ser mejores.
AMSC
A mi también me pillo muy niña esa película chicas ;-D. Pero esa silla la verdad es que marco y sigue marcando una época y es que tiene unas formas preciosas, aunque hay que tener casa para tener una de esas ;-). Mola mucho vuestra miniatura y queda fenomenal como macetero ;-D
ResponderEliminarBesazos y feliz semana
Tengo la mini, la de la maceta pero no me importaría tener la grande, creo que debe ser cómoda... decorativa es mucho. Preciosas fotos. Un saludo cariñoso.
ResponderEliminarSiempre me ha encantado ese tipo de sillas, curiosamente a mi lo que me recuerdan es la época colonial inglesa. Maravillosas mansiones en la India, lujo y exotismo.
ResponderEliminarNada que ver con Enmanuelle, pero es que a mi también me pilló de muy niña.
Un besazo y feliz semana.
para una terraza me encantan ese tipo de butacas, sentarse y ver el mar... creo que pido mucho, jjajjaj
ResponderEliminarbesos
Es un tipo de silla que me encanta, no sabia su nombre ni origen, de modo que muchas gracias por aclarármelo. Yo tengo la miniatura, y en ella tengo sentada a una muñeca de mi infancia, Nancy de Famosa :)
ResponderEliminarMe quedo a seguiros porque me encanta todo lo que veo.
Un abrazo!
http://pamoralarte.blogspot.com.es/
Que si la conozco? que si me acuerdo?
ResponderEliminarSi...si a todo si. Yo si soy de esa epoca vi todas las pelis jajaja...y nos inspiro muchisimo.Hasta ahi puedo leer Mil besos guapas
Me encantan en los ambientes boho pero ya por su tamaño y por ser una pieza que requiere mucho espacio seguramente no la pondría en casa, a menos claro, que fuera una preciosa miniatura como la vuestra <3 <3
ResponderEliminarHola queridas Julia y Yenia. Yo he tenido uno de estos sillones y me encantaba, pero una de mis anteriores perritas(cuando era cachorrita), se pasó una mañana muy divertida haciendo confetti con la parta de abajo........Me encanta vuestra versión mini para macetas. La verdad es que son muy llamativos y también sugerentes si pensamos en Emmanuelle jajaaaa.
ResponderEliminarFeliz semana amigas.
María
Recuerdo las películas, y todo lo que suscitaban. Todo tipo de reacciones, ja, ja.
ResponderEliminarMe encantan este tipo de butacas y no sabía su nombre, veis? si es que siempre aprendo algo con vosotras...jaja
ResponderEliminarUn besazo guapas y a disfrutar.
Me encanta!!! De siempre me gustó ese sillón y recuerdo cuando se puso de moda con la película.
ResponderEliminarBesitos a las dos.
Estas sillas pavo real son una pasada, me parecen tan decorativas y bonitas!!! Fantástico post, preciosas!!!!
ResponderEliminarNi tamaño grande ni tamaño pequeño, no tengo ninguno. Son originales y para una casa con porche serían ideales.
ResponderEliminarDe Enmanuelle tengo un vago recuerdo, alguna escena en particular ¡pero vista mucho más tarde!
Besos y buena semana.
Me recuerda a los ochenta... a Julio Iglesias... a Diana Ross a las cintas doradas en la frente (yo tenía 9 años y mías se ponían esas cintas para salir de noche: me chiflaban). Estas sillas vuelven a estar de moda, más de moda que nunca. Una pieza como la de vuestras fotografías que sea original ya no debe ser nada barata: ahora es vintage. Me encantan pero en un tamaño como el vuestro, porque, en tamaño original, no la sabría integrar en la decoración de mi casa. Donde siempre pueden quedar fenomenal es un un porche. Al exterior. Las relaciono especialmente con los días de verano. Ayer me acordé de vosotras porque vi una en una tienda de Ciutadella. Era una tienda de ropa. Un beso a las dos.
ResponderEliminarMe encanta como introducís los temas amigas.
ResponderEliminarEn aquellos tiempos estuvieron muy de moda, en el cine y en algunos programas de televisión, las presentadoras se acomodaban en una que otra silla de éstas.
Yo si tuviera sitio me pediría la de la segunda foto, ya puestas, burro grande ande o no ande, y la pondría en una habitación con una decoración con muchas plantas y muy tropical.
Vamos como en vuestra imagen pero tamaño máximo.
Como veis soñar no cuesta nada cuando hay buena inspiración
BESOS
Cómo me gustan por Diossssss
ResponderEliminarMe encantaría tener una versión de esa silla, y sería feliz con una miniatura como la vuestra. Así se puede disfrutar y no abulta tanto por la casa, jeje...
ResponderEliminarMuchos besos!! Helena
Me parece muy suntuosa, y sugerente, fascinadora!. Vuestra miniatura es una delicia, y el resto de propuestas me encantan!
ResponderEliminarSon preciosas y muy decorativas!
ResponderEliminarVuestra miniatura es ideal acompañada de todas esas plantas tan bonitas!
Besos