Nos fascinan las "bolas de nieve", y nos chifla agitar el agua de su interior para ver caer las escamas, blancas o de purpurina, sobre la escena que contenga la esfera de cristal. Parece ser que aparecieron por primera vez en la Exposición Universal de París en 1878. Una de éstas, producida para conmemorar la cita, y que contenía un modelo de la recien construida torre Eiffel, se convirtió rápidamente en el recuerdo favorito de los asistentes. De la misma manera que es el souvenir imprescindible que una de nosotras se trae de cada ciudad que visita, con alguna favorita y con anécdota, como la de Nueva York. En un viaje realizado con su hija hace unos años a Estados Unidos, se hizo con una bola de Washington y otra de la Gran manzana, siendo esta última de un tamaño superior a las que habitualmente compra. Para el viaje de vuelta, y con la idea de llevarlas más protegidas, las guardo en el bolso de mano, equipaje que, nada más pasar por el escaner del control de pasajeros del aeropuerto, fue interceptado por ¡contener líquido! El agente de policía sacó de la valija la primera caja, que guardaba la de Washington, para inspeccionarla, y darle a continuación el visto bueno, pues ese tamaño, comentó, era el máximo permitido en cabina... Con horror ya estaba viendo que la de Manhattan, grande y hermosa, se quedaba en tierra, cuando el agente interrumpió el registro, pensando, suponemos, que la segunda bola era de la misma dimensión... ¡Y "pá" Sevilla, finalmente, que se vino!
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Todavía, cuando recordamos la anécdota de la bolita, se nos acelera el pulso por los nervios del momento y el sofocón de sentir que perdíamos el apreciado recuerdo... Nos cuesta creer que se la coláramos tan fácilmente a la policía de EEUU. Más bien creemos que el agente, bastante simpático, por cierto, lo dejó pasar... ¿Qué opináis?
Qué suerte! Creo que el agente ese día tenía un buen día y como Le caíste simpática lo pasó por alto. A mi una vez tb me abrieron la maleta de regreso de EEUU porque compré un posa ollas que hacía olor(en su interior llevaba hierbas aromáticas) también lo pasaron por alto...pero tuve que comprar otra maleta porque me la destrozaron.
ResponderEliminarEstas bolas a mi me transmiten inocencia y tranquilidad,cada vez que veo una la agito y la miro.
Besos chicas.
¡Me encantan para coleccionar! Siempre me han parecido muy evocadoras y tengo varias, aunque de todas la que tengo del Duomo de Florencia es mi favorita.;)
ResponderEliminarBesos para dos.
No quiero pensar que os hubieran quitado vuestros tesoros, menudo disgusto! Me gustan mucho estas bolas de agua, tengo una muy bonita con un Nacimiento.
ResponderEliminarNo sé qué tendrán pero es inevitable ver una y cogerla para darle la vuelta... será que tienen un efecto relajante?
Os deseo una estupenda semana, mis niñas. Un beso muy fuerte para cada una.
¡Me encantan las bolas de nieve!
ResponderEliminarTengo unas cuantas, pero a mí las que me gustan son las navideñas.
¡¡Creo que el policía neoyorkino conectó con la simpática española a primera vista!! Una suerte que una bola tan bonita haya podido llegar a su destino.
Un besazo y feliz semana, chicas.
Nos imaginamos el sofocón chicas,por suerte se vino la bola!
ResponderEliminarLa verdad es que llevan a la infancia estas bolas!
Y dan mucho juego en decoración.
Además no no podemos resistir a removerlas.
Besos y feliz semana
Me encantan y sobre todo las navideñas, de pequeña disfrutaba mucho ver como caía la purpurina. Magnífico;)
ResponderEliminarBien por ese agente simpático!
ResponderEliminarEn casa de mi abuela había una y me encantaba agitarla,yo no tengo ninguna,tengo que ponerle remedio jeje
Besos
Viva N.Y.!!
ResponderEliminarPero es que no podía ser de otra manera, tenía que llevar la suerte N.Y.
No se que tiene esta ciudad que tanto fascina, bueno la verdad, si que lo se.
Como tantas otras cosas que nos tienen fascinado y que sabemos perfectamente que es lo que ocurre, que es lo que tiene, y qué es lo que nos llega a ser como son.
Y luego, cuando lo tenemos, vamos y lo encerramos en una bola, y para mas inri, con nieve.
Si es que somos masocas!
Retenemos imágenes para entretenernos pensando en momentos que fueron y que no sabemos si volverán, pero siempre tenemos ka esperanza de que algo va a cambiar.
De verdad queremos que cambie?
Yo creo que no, pirque somos conformistas, en el fondo, pero mantenemos la ilusión de lo que pueda ser.
Nos cuestan los cambios y no tiene que ir muy mal como para estar pensando constantemente en irnos al sitio más lejano del mundo.
En el fondo es una válvula de escape, que utilizamos sin más razón que la propia de saber que en un momento dado tenemos un asidero al que agarrarnos en un momento de bajón.
Pero está bien tener todos estos recuerdos guardados y pendientes de poder romper la bola y que salga todo la nieve y que algún día sirva para volver.
Dicen que teniendola siempre se guarda la oportunidad de vuelta, en este caso el que más bolas tenga más suerte tendrá.
Estemos pendientes de los acontecimientos, estemos pendientes de nuestro devenir día a día, estemos pendientes de lo que seamos capaces de hacer, para mantener las bolas siempre en continuo movimiento, de manera que la nieve siempre estoy llegando de cualquier lado.
Lo verdadaderamente importante de todo esto, es la ilusión.
AMSC.
Me encantan las bolas de cristal que contienen recuerdos, mis preferidas son también las que tienen nieve, jeje ;)
ResponderEliminarBsts para las dos y feliz semana
Hola chicas, que tendrán estas bolas que tanto fascinan, y como no, coincido con vosotras con los elementos decorativos que publicais en vuestros post, y la bolas no iban a ser menos, en mi casa hay unas cuantas decorando rincones, sin ir más lejos en la mesa de centro del salón , encima de unos libros tengo tres de diferentes tamaños, en el cuarto de mi hija dos navideñas y es que me traen tantos recuerdos de la infancia , no puede resistirse una a moverlas verdad? y sobre todo las que tienen nieve...no hay quien se resista
ResponderEliminarUn besazo guapas
Lo que yo compro en cada viaje, infaltable, son imanes para la refrigeradora. Tengo una buena colección.
ResponderEliminarCreo que fue vuestro día de suerte, ahora esa colección tiene una pieza más con anécdota incluida.
ResponderEliminarEsas bolas encierran todo un mundo mágico, quién no ha soñado con ella entre las manos.
Besos a montones para las dos.
¡¡¡¡Ay que fatiga. Menos mal que al final todo salió bien!. Yo me declaro fan absoluta de las bolas de agua y Laura y yo, coleccionamos las navideñas. Cada año sumamos una nueva a la colección. Son un recuerdo muy bonito de los viajes y me encanta mirar desde el otro lado el micromundo que se encuentra en su interior.
ResponderEliminarMuchos besos amigas y gracias por compartir ese arte que os caracteriza.
María
Pienso que el agente, os vio la cara de "buena Gente" y de simpáticas, y os la dejó pasar ;). A mi cuando era pequeña me fascinaba mirar las mola, y despues buscar donde se habían encondido las copos de nieve, jeje. Y ahora que lo pienso, en casa no tengo ni una :(...
ResponderEliminarBesotes!!
Yo creo que estas maravillas valen la pena el riesgo de quedar presas por terroristas!!! jajajaj
ResponderEliminarPues lo dejó pasar. Pienso que, a veces, tenemos la suerte de dar con gente menos cuadriculada de lo habitual y cuando eso sucede, sucede la magia. Igual ocurre con los funcionarios: lo mismo te topas con uno que no es receptivo y tiene cero empatía y te puede dar el día (o la semana), lo mismo te encuentras con otro que sabe ponerse en tu piel y ves la vida de otro color pensando que: aquel problema que era una montaña, en realidad, no lo es tanto. Son preciosas estas bolas, evocadoras y románticas. Me gustan estas bolas y los pisapapeles de cristal desde que era muy pequeña. Tengo varias, una de ellas es el Barcino. Un beso a las dos.
ResponderEliminaryo creo que sabia la ilusión que os hacia y os paso la mano ja ja ja he estado dos veces en New YORK y no me he traido la bola en el próximo cae seguro
ResponderEliminarYo creo que decidió no daros un sofocón cuando vio vuestras caras de susto, aparte de que era un recuerdo de su país que por grande que fuese no se puede dejar atrás.
ResponderEliminarA mi siempre me han gustado esas bolas de nieve, te quedas embobada con ellas cuando ves caer la nieve y me parecen un sourvenir de los más chulos aún que siempre son muy socorridos los imanes de nevera y no abultan tanto jaja.
Besos a las dos
Pues yo creo que tuvisteis la suerte de dar con un "poli bueno", que si no... habría sido una pena que se quedara allí... es preciosa!
ResponderEliminarMuchos besos!! Helena
Me encantan las bolas de cristal y curiosamente no tengo, contradicciones mías. Qué mal rato, pensar en la ilusión al llevarla para casita y que se hubiera quedado en tierra, además de lo que, creo, debería imponer la situación. ¡Qué alivio!
ResponderEliminarBesos
Estas bolas son tan bonitas, nosotros tenemos muchas y nos encantan!!!
ResponderEliminarMadre mía, qué historia de suspense! Me pasa a mí, y me da un síncope en el mismo aeropuerto. Un beso para cada una!
ResponderEliminarHolaaa chicas! uffff qué momento angustioso total pensando que esa bola tan preciosa se podría quedar en tierra...menos mal que no,qué alivio!!
ResponderEliminarMe parece una maravilla de colección! yo tengo la que se ve de Londres,jajajaja
Muchos besos,guapas mias! Me voy al resto de post,jajaja