La semana pasada salió una de nosotras con su hijo a comprar unos botines de futbol. Al ser una compra tan concreta, nos fuimos directamente a la sección de deportes de unos grandes almacenes y, mientras llegábamos a ella, atravesamos por la papelería del centro. Inmumerables madres con sus hijos, en un tremendo guirigay de ruido y trasiego, se afanaban con la compra del material escolar, llenado cestas y carros con cuadernos, mochilas, lapices... -"Madre, ¿no te de alegría no tener que pasar por esto ya?" dijo Antoñete... Y la verdad es que, en medio de aquella batalla de madres, niños y dependientes, una sentía como una especie de relajo al pensar que, esa etapa, era "prueba superada". Como otras tantas de la crianza de los hijos. Echas la vista atrás, y sus diecinueve años han pasado en un suspiro... Sin embargo, han sido muchos los pasos recorridos. Despacio y sin pausa, como la tortuga de la fábula, y cargadas de constancia, determinación y mucho amor, hemos contribuido a formar unas "personitas" cada día más independientes, con sus propios gustos, sueños, y con una vida propia que, como dice el precioso poema de Khalil Gibran, no nos pertenece... Aunque estemos dispuestas a acompañarlos, cada temporada, a por sus zapatillas de fútbol.
Yaaasssss, ya me puse ñoña yo.... :(
ResponderEliminarEs un tema que he pensado muchas veces y me parece increíble lo rápido que ha pasado el tiempo.....Si eran unos renacuajos el otro día y mira ya.....
Por supuesto, muuuuy orgullosas debemos estar, les dimos y les damos todo lo mejor para que puedan realizarse como personas adultas independientes, como bien decís, pero me entra la melancolía cuando miro atrás y los veo chiquitines, qué tiempos aquellos!!
Sip, me gustan mucho las tortugas para decorar, la vuestra la que más!!
Besotesss, feliz lunes chicas!!
Y ahora que empezaba con buen pie este nuevo lunes, me acabo de dar cuenta que todo se me ha borrado.
ResponderEliminarY empezar de nuevo supone, a raíz de este post, el comienzo de una andadura ilusionante.
Lo que me podía haber supuesto decir, todo lo que había escrito ya no sirve para nada, supone para darme cuenta de que a lo mejor, seguro, hay otro enfoque y otra forma de darle sentido a las cosas. Y eso en vez de de caerte, lo que supone es darte cuenta de que eres capaz de hacerlo otra vez.
De que eres capaz, bajo el mismo concepto del sentido que le estás dando a lo que estás escribiendo, ser capaz de darle otra vuelta de tuerca.
Y en este sentido, todas esas vueltas de tuerca que se le ha dado a una etapa que ya ha concluido, puede servir, para darnos cuenta de que está nueva que aparece, puede ser tan bonita como la primera.
Y olvidándonos de ese guirigay, preciosa palabra, a lo mejor es cuando nos damos cuenta, de que hay otro barullo diferente que puede que no tenga la misma fuerza, pero que sí que tenga el mismo sentido a la hora de llevarnos a esa confusión y, a ese, insisto, guirigay, de sentimientos y de recuerdos.
Adelante con la nueva etapa, porque ha sido capaz de darte cuenta de que un hijo te ha removido los sentimientos más profundos que has tenido durante mucho tiempo oculto. AMSC
¡Qué verdad! Y que bonito es podee seguir compartiendo con ellos tantos momentos.
ResponderEliminarYo también tengo una de esas tortuguitas cajas que son encantadoras.
Besitos para las dos y que tengáis una muy feliz semana.
Una reflexión preciosa, una mezcla de tranquilidad y nostalgia es la que experimentas en situaciones así. Mis hijos ya son mayores, los he disfrutado en cada etapa de su vida y soy consciente de que no me pertenecen, pero a veces, cuando veo alguna modere joven no puedo evitar sentir un pelón de envidia.
ResponderEliminarLas tortugas monísimas.
Un saludo
Preciosas imágenes chicas y que bien traído el tema de la tranquilidad ;-). Nosotros nunca habíamos visto en casa de nuestros padres cajitas con forma de tortuga aunque son una chulada la verdad ;-)
ResponderEliminarBesos y feliz lunes
Holaa chicas! sii que descanso no tener que buscar materiales ni ir a clase,jajaja.
ResponderEliminarLas tortugas decorativas las hemos tenido siempre en casa,pero no eran cajitas,asi son mas chulas,jajaja.
Muchos besos pa las dos y feliz semana :)
QUE RAPIDO PASA TODO!!!
ResponderEliminarLAS TORTUGAS PRECIOSAS NO TENGO NINGUNA.
CHAUCITO
Por una parte siempre es un alivio haber pasado esa etapa pero también hay algo de añoranza.
ResponderEliminarEl poema es precioso, uno de mis favoritos, y una forma de hacernos saber que no son de nuestra propiedad, sólo somos un instrumento.
Las tortugas son muy graciosas, y toda una caja de sorpresas.
BESOS
Como os entendemos chicas! Si estamos en las mismas! Hombres tenemos ya en casa!
ResponderEliminarPasemos a las tortugas o se nos cae la lágrima!
Quedan la mar de monas, y en casa tenemos algunas de verdad ,jiji!
Besos
Pues no sabeis cuantisimo me alegro de haber pasado esa etapa, ya con creces que mi hija tiene ya 30 añazos, de una vez... Vamos ya casi ni me acuerdo de tantas vicisitudes que pasamos con todo lo que tenía que ver con su educación y de cómo pasó el tiempo cual tortuga caminando!! Ahora ya ella tiene su vida y nosotros la nuestra, pero como es lógico, ellos siempre seguirán siendo nuestros niños, no??? 😉😊 Ideales las Tortuguitas.... Besazos gordos!! 😘😘
ResponderEliminarPues si, despacito se van haciendo mayores, aunque por otro lado los miras y dices que rápido se me han pasado los años, que mayores!!! Que contradicción , verdad ? Las tortuguitas preciosas, aunque no tengo ninguna para decorar, bueno... una adornando en el jardin, de estas que son como de piedra. Besosss
ResponderEliminar¡Hola, chicas!
ResponderEliminarEstá muy bien eso de contribuir a educar personitas nuevas para este mundo. Yo es que no tengo. Tampoco he tenido nunca tortugas en casa, ni de carne y hueso, ni de decoración. De todas formas, me han gustado mucho todas. La de los zapatitos me ha emocionado. Es que voy a ser tía el mes que viene, después de casi 21 años de la otra sobrina. En fin. Cómo bien habéis dicho, no nos pongamos moñas, que es lunes, jajajaja.
¡Besotes, feliz y creativa semana!
Bonitas tortugas chicas y bonita reflexión, como pasa el tiempo.... los hijos crecen muy deprisa ...demasiado!!!
ResponderEliminarun besazo grande y feliz semana
El tiempo no pasa pasamos nosotras, y cuándo menos lo pienses se independizaran seras abuela y aun pasa mas deprisa
ResponderEliminarBesos para las dos
Pasan los años sin darnos cuenta pero me alegro no tener que pasar otra vez por los comienzos de cursos ¡¡¡horros!!!.
ResponderEliminarLas tortugas son preciosas todas, hasta hace poco tuvimos una de verdad.
Besitos a las dos
Aaaaaiiiiiinnnnnsssss que mi hijo Pablo acaba de abandonar el nido y estoy sensible con éstos temas....... Pero como vosotras decís, fuera ñoñerías!. Esas tortuguitas son de lo más amorosas y encajan a las mil maravillas en las decoraciones. Monísimas.
ResponderEliminarMuchos besos y feliz semana.
María.
Hola, a veces miro atrás y veo a mis niñas cuando eran pequeñas y añoro esos días. Tengo la suerte de que estamos muy unidas y para mí sguen y seguirán siendo mis niñas siempre... QUé os voy a contar que no sepáis, jejeje. Un beso grande a las dos!!!
ResponderEliminarUff madre mía!!! el tiempo corre cada vez mas deprisa, yo digo que ahora que no tengo prisas corre más que nunca jajaja...me estoy haciendo mayor, nuestro hijo la semana que viene...31... aprovechar y disfrutar mucho de él.
ResponderEliminarQuien no tiene una tortuga en su casa? A mi me gustan para decorar.
Buena semana amigas.
Besos, Jose y Yoli
Ay no se si hoy estoy de acuerdo con vosotras, que sigan siendo pequeñas y necesitando ese material escolar y esos momentos conmigo me dan la vida, odio que crezcan aunque es ley de vida y tengo que adaptarme pero son tan lindas tan pequeñas!!!!
ResponderEliminarQue tortugas tan adorables chicas...
ResponderEliminarY si el tiempo pasa volando pero por ahora me toca todo el lío del material...
Besos
Las tortugas son preciosas, las de verdad (yo tuve una) y las de adorno (también tengo una, azul pavo real).
ResponderEliminarPreciosa entrada...
Besos y feliz semana!!!
Ya imagino el laberinto.
ResponderEliminarLo bueno de mi colegio es que tenía librearía y a comienzos de año, entregaban todos los libros y los útiles, previo pago, claro (menos mis hermanos y yo, que teníamos beca).
Estas cosas que tanto nos agobian en su momento son quizá las que después más se extrañan cuando dejamos de tener niños para tener pequeños adultos. Mi hijo aún requiere compra de material, aunque ya no se trate de cartulinas y ceras de colores... ay chicas, que me he emocionado y todo echando la vista atrás...
ResponderEliminarMe encantan todas estas tortugas como propuesta decorativa. En casa, además de tortugas reales que ya hace mucho tiempo tuvimos que llevar al estanque de un amigo antes de que nos comieran (hay que ver lo que crecen esas tortuguitas tan pequeñas!!!) tiene mi hija de toda la vida una monísima en piedra, con su sombrerito y todo.
Un post muy interesante, introducido además de una preciosa forma.
Un beso muy fuerte, chicas.
Queridas Yenia y Julia, qué bonitas entradas realizáis, qué ingenio y habilidad tenéis para enlazar cualquier cotidianidad con el arte y la decoración, sois únicas! Es un recuerdo maravilloso que cada comienzo de temporada de los hijos vaya de la compañía materna, ya sea para comprar material escolar, equipamiento deportivo... y seguro que cada año habrá una nueva excusa para no perder esta tradición! Vuestra tortuguita es de lo más alegre, recuerdo de niña una por casa que servía también de caja, son monísimas para integrarlas en cualquier rinconcito!
ResponderEliminarMuchos besos!
La verdad es que tampoco echo de menos esa etapa. Aunque, la parte de forrar los libros me encantaba, y comprar libretas y bolis nuevos......en fin, disfrutaba un poquito como una niña.
ResponderEliminarSi es mi Antoñete, ¡el más guapo! Pasión de tía.
Un beso para cada una.