Cuando comenzamos a escribir el blog, en junio del 2013 que se dice pronto..., las dos presumíamos de ir siempre subidas a unos tacones de los que no nos bajábamos ni para trabajar en el taller... La verdad es que lo llevábamos a gala, y disfrutábamos como niñas con tacones nuevos, de la forma más literal posible... Pero en estos diez años han pasado cosas o, simplemente, ha pasado el tiempo; ese que no pasa en balde, y una de nosotras comenzó a tropezarse con inusual frecuencia... La mayoría de las veces conseguía recuperar el equilibrio, muchas de ellas con ayuda de la otra que, más de una vez, la ha salvado del descalabro..., pero también hubo alguna que otra estrepitosa caída, sin consecuencias graves afortunadamente, pero dolorosas, y hasta el extremo de empezar a preocupar... Examinó los zapatos con los que se caía y llegó a la conclusión de que necesitaba menos altura y más estabilidad... Y ese fue el inicio de una nueva etapa mucho menos glamurosa, pero infinitamente mas segura y, aunque le costó hacerse a la idea, ahora está encantada con esta otra forma de vestir sus pies... No seremos nosotras las que estemos, erre que erre, tropezando en la misma piedra, pues supimos poner remedio... Chicas listas que, además, saben hasta cómo decorar con pedruscos...¿Quién da más?
Muchas de vosotras lleváis acompañándonos por aquí casi desde el principio... Contadnos, ¿ha habido algún cambio que queráis comentarnos?