¿Recordáis que la semana pasado os comentamos que recogimos algunas cosas de un piso en desalojo? Pues éste es el tesoro más preciado que nos llevamos de allí... Ya son dos los percheros de este tipo que hemos reciclado y redecorado, pero ninguno conservaba un espejo original con tanto encanto. Le dimos un buen fregoteo de los nuestros.
E imprimación; fundamental al ser de metal y tener que soportar un uso continuado, sin que la pintura posterior sufra las consecuencias.
Toca elegir el color; éstos son los tonos, muy suaves, que más nos apetecen...
..., pero como no nos decidimos por ninguno en concreto, el blanco coge la delantera...
..., pero por poco tiempo, pues el resto de los colores iban a "salpicar" con salero nuestro trabajo.
¡Por qué escoger un solo tono cuando podemos tenerlos todos! Comentar que lleva dos manos de barniz protector para asegurarle una larga vida.
Un detalle del dibujo del espejo, vintage a más no poder. ¡Nos encanta!
¿Qué os parece el resultado?
Dispuesto a servir de apoyo a collares, sombreros, pañuelos... Aunque solo nos gusta igual.
Y con él nos vamos a casa de Marcela, a presentarlo en su Finde Frugal.
¡Feliz fin de semana!