Esta foto tenía que haber sido sin esos primeros brochazos de pintura... ¡Pero la emoción de coger colores y pinceles nos puede! Así que, tal cual, os presentamos este pequeño y coqueto especiero de madera, después incluso de haber pasado por una manita de lija.
¡Y he aquí esos primeros brochazos de pintura!
Nos encantaba la onda que el estante hacía en la parte delantera, y teníamos que potenciarla de alguna manera. Rebuscamos hasta encontrar esta servilleta de papel que, además del suave turquesa, tenía el mismo tono de la madera. La aplicamos con decoupage, y con la lija fuimos recortando el sobrante para que se adaptara con naturalidad a los contornos.
¡La verdad es que el resultado quedó muy bonito y natural!
Y no sólo nos gusta como especiero en la cocina. También quedaría precioso en un baño, con pinturas y perfumes, o en un dormitorio, con algún detalle decorativo.
Sencillo y romántico, ¿no os parece? Vamos a ver qué opinan en casa de Marcela y sus findes frugales.
¡Feliz fin de semana!