Todos tenemos dos personalidades (algunos incluso más)... No, no lo toméis por el lado negativo. Nos referimos a que, en circunstancias de extrema presión, hasta la persona más pusilánime saca fuerzas de flaqueza y se convierte en la más intrépida con tal de salir airosa de esa situación "límite". Incluso llegamos a hablar en un idioma ajeno, del que tenemos levísimo conocimiento, con una fluidez inusitada por hacernos entender en uno de esos estados de necesidad. Esa dualidad nos asombra a nosotros mismos y nos hace fuertes, más confiados en nuestras capacidades. No en vano ese dicho de Lo que no te mata, te hace fuerte es más cierta que la Vida misma. Hoy dedicamos el post a esa dualidad que a menudo nos extraña pues, a veces, nos conocemos a medias a nosotros mismos, como a medias están estos cuadros de "doble personalidad"...
¿Habéis pasado por alguna circunstancia que os haya mostrado una fuerza que desconocíais poseer? ¡Contadnos!
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