Charlando un rato...

Al hilo del ultimo post y de esas obras de las que os hablábamos, éstas también han afectado a nuestro taller, pues se encuentra, como sabéis, dentro del espacio de trabajo de una de nosotras. A lo que vamos, todo este trajín ha tenido inutilizado nuestro pequeño habitáculo, y no ha sido hasta hace pocas semanas que hemos podido retomar nuestra actividad, primero en precarias condiciones (sin luz, por ejemplo...) y, por fin, con todo en marcha. Ahora mismo tenemos entre manos dos mesillas; la de aquí abajo estamos seguras que os va a sorprender una vez terminada, pues se aleja mucho de nuestro estilo habitual

La otra, seguirá conservando su aire romántico y vintage, muy en nuestra línea...

 

Además, tenemos otros trabajos a la cola, esperando pacientemente que nos pongamos al día...

Y queremos aprovechar para mostraros el nuevo aspecto que presenta el acceso al taller; la zona del "show room" ahora se organiza en torno a la puerta de entrada al mismo. Todavía tenemos que ponerlo bonito, pero, con esas paredes tan blancas y recién pintadas, ya nos gusta lo luminoso y amplio que se ve...

Septiembre y octubre han sido dos meses complicados para nosotras en muchos aspectos, y tenerlo todo patas arriba tampoco ha ayudado mucho... Aunque la situación sanitaria tan grave que estamos viviendo no eleve precisamente nuestro ánimo, queremos despedirnos por hoy con alegría y confianza...

... y dedicaros estas bonitas y delicadas flores que crecen cerca de aquí, y cuyo contagioso color rosa siempre consigue subirnos la moral. Mucho ánimo a todos; antes o después esto pasará, y solo quedará en el recuerdo como algo dificil de creer... Por nuestra parte, nos esperan unos días de descanso, muy caseros, pero que pensamos disfrutar igualmente. Y eso mismo es lo que os deseamos:

¡FELIZ PUENTE DE TODOS LOS SANTOS!

Simplemente cajas...

Os comentamos, al poco de volver de las vacaciones de verano, que una de nosotras estaba de obras en su lugar de trabajo... El espacio del mismo se ha dividido en dos; ha habido que vaciar, limpiar, tirar... para reubicar mesas, archivos, expedientes... en algo más de la mitad de metros. Meses, y no exageramos, se ha tardado en revisar una a una cada carpeta, para seleccionar la información importante de la superflua, y deshacernos de tanto papel innecesario (por supuesto, debidamente reciclado) que no hacía otra cosa que ocupar y ocupar espacio. Eso es lo que pasa cuando éste sobra; que empiezas a guardar sin medida, hasta que llega el día en que no queda un resquicio sin llenar. Por supuesto, han aparecido cosas completamente olvidadas, entre ellas, varios maletines de madera para pinturas de diferentes tamaños, de alguna época pictórica que tuvimos. Y así, como tras la tempestad viene la calma, tras el horror que supone una mudanza, llega la deseada hora de decorar bonitos rincones, incluso en la oficina. Esas simples cajas de madera, junto a algunas nuevas plantas que hemos adquirido, nos han permitido componer un encantador bodegón bajo la ventana, que hará más llevadero el trabajo nuestro de cada día. Ah, por cierto, enamoradas de nuestra nueva regadera; un flechazo total del gigante sueco...

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Después de reciclar cajones como cajas, cajas como estanterías... Hoy le rendimos homenaje decorativo a las cajas como cajas... ¡Porque ellas lo valen!

Mucha manía...

Eso era precisamente lo que le teníamos a esta caja de madera, pobrecita ella sin culpa ninguna... Habitaba guardada en un armario y, cada vez que la veíamos, le jurábamos un cambio de imagen... Así años y años, hasta que le llegó la hora.

Desmontar los herrajes fue cosa fácil, solo tomamos la precaución de tomar fotos previas para dejarla luego igual...

Dos manos de pintura blanca...,

..., un decoupage para sustituir el mapa original...

..., y un generoso lijado...,

..., siguiendo la beta de la madera para mantener su aspecto rústico.

Aunque endulzado y suavizado por su nueva decoración.

Nada que ver, ¿verdad?

Ya no le tenemos manía a la cajita de madera; es más, deseando estamos de buscarle un lugar fuera del armario donde ubicarla para su lucimiento.

Y seguramente que lo encontraremos en los siguientes días...

¡Feliz fin de semana!

Ocultando las vergüenzas...

Estamos en un punto de nuestra vida en el que hemos perdido la vergüenza... Ya lo decía el padre de una de nosotras, listo como él solo. La edad te permite decir sin tapujos lo que piensas sin necesidad de dar tantas explicaciones. Eso no quiere decir que faltes al respeto, sino que expresas con más contundencia y sapiencia tus convicciones, sin temor a que el contertulio te reproche tu opinión. Esa seguridad nos atrae sobremanera, ya que ninguna de las dos nos caracterizamos por tener tal cualidad. Pero sí que es cierto que cada año superamos barreras de miedos y recelos a mostrar nuestra forma de ver las cosas, de vivirlas y de darlas a conocer. Ya no queremos visillos que oculten o mermen nuestra manera de enfrentarnos a la vida, de combatir lo que no nos gusta, en definitiva, de ser libres respetando la libertad del contrario, siempre y cuando éste haga lo mismo. ¡Da acceso a tu interior sin nada que ocultar! Que ya esconderán otras cosas nuestras puertas "envisilladas".

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¿Cómo lleváis vosotros el despojo de visillos que ocultan vuestras convicciones? Y los visillos en las puertas... ¿os gustan?

Una cesta con un fin...

Viernes, y un nuevo trabajo que mostraros por aquí... El de hoy, ligerito y raealizado para una de nuestras casas. Teníamos esta cesta de grandes dimensiones, muy útil, por tanto, para el fin que teníamos en mente, pero demasiado coloreada para nuestro gusto...           

Solo teníamos que encontrar el momento de darle una manita de pintura, y éste llegó el último fin de semana que, por ser más largo, nos permitió llevar a cabo el proyecto con mucha tranquilidad. Lo cierto es que pintar el mimbre no tiene ninguna complicación pero, ir rellenando todos los huequitos sí resulta entretenido.

Necesitamos tres manos y, buena música de fondo...

Nos gustó el contraste entre el interior y el exterior y decidimos dejarlo así.

Os dijimos que teníamos un destino decidido de antemano para nuestra canasta...,

..., que no era otro que ser el depositario de los cojines de la cama de una de nuestras hijas, cuando cae la noche.

Era muy necesario buscarles un lugar de "reposo" nocturno, cualquier cosa con tal de evitar que fueran lanzados directamente al suelo...

En este rincón del dormitorio ha quedado colocado, cumpliendo su misión a la perfección y con mucho estilo, ¿no creéis?

Estos arreglos sencillos y tan vistosos nos encantan, sobre todo porque, después de trabajar durante la semana en la oficina y el taller, pocas ganas nos quedan los fines de semana para nuestros proyectos personales... Por cierto, 

¡FELIZ FIN DE SEMANA!

Un adiós con herencia de velador...

Graciano ha pasado un verano bastante triste.. El fallecimiento de su padre le cogió por sorpresa, pues, aunque con achaques, nadie pensó que el desenlace iba a ser tan rápido y doloroso. Graciano padre era una persona con carisma, inteligente, con un sentido del humor casi británico y una elegancia en sus actos propias de los señores de antes. Hace días que sus cenizas descansan bajo las encinas extremeñas de Fregenal de la Sierra. Su amado hijo ha heredado algunos de sus muebles, entre ellos, este pequeño velador que quiso renovar para adaptarlo a la decoración de su hogar.

El color que eligió fue el blanco, que siempre es un acierto, y así, después de un rápido lijado, metimos mano a la brocha y a la pintura a la tiza.

Una primera capa y probamos cómo quedaba con el mármol. Nos gustó y continuamos...

...con una segunda...

El aclarado le ha dado una segunda vida al velador de Graciano. Ahora está ubicado en el despacho de su hijo, en una esquina en la que siempre le recordará que su padre está con él.

Valga nuestro pequeño homenaje a una persona magnífica que nos dejó antes de esperarlo, pero que siempre estará en el corazón de sus hijos, de sus nietos y de su mujer. Por supuesto, también en el de nosotras....

FELIZ FIN DE SEMANA

Mucho "Love"

A veces tenemos cosas por casa en las que no reparamos, y algo así nos ocurrió este verano a raíz del "Love" de madera que adquirimos para decorar un pequeño cajón que ya os mostramos por aquí. Esta sencilla palabra de cuatro letras cobró todo su significado, incluso decorativamente hablando, en cuanto la tuvimos en la mano. Y es entonces cuando "vimos" la de veces que "el amor" colgaba de las paredes de la habitación de una de nuestras hijas, sin haber prestado mucha atención antes a ello... En estos tiempos inciertos que estamos viviendo, en los que tantas veces la inseguridad y el desencanto hacen mella, necesitamos aferrarnos a pequeñas cosas que nos ilusionen, y tener muy presentes mensajes de fuerza y esperanza como el que el amor representa. No en vano, este corto vocablo encierra el anuncio más universal que existe, capaz de mover hasta montañas; así que, no vamos a perderlo de vista nunca más.

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No dudamos de que en vuestras vidas este sentimiento ocupe un lugar protagonista... ¿Y en vuestros hogares?

Renovando la habitación...

Antes de irnos de vacaciones os enseñábamos el gran cambio realizado en la habitación de una de nuestras Julias. Pues hoy toca el turno del llevado a cabo en el de la otra Julia, quien venía reclamando desde hacía tiempo deshacerse del papel pintado y, a ser posible, de algunos muebles que ya no le encajaban con su sentido de la estética... Os dejamos esta imagen de su antiguo cuarto...,

... y estas otras del nuevo... Una de las modificaciones principales ha consistido en variar la distribución, tanto de la cama como de la mesa de estudio. Ésta última se encontraba anteriormente perpendicular a la ventana; ahora se sitúa bajo la misma y paralela a la cama, que también ha cambiado de pared.

 

Por supuesto, la cama ha sido sustituida por una de 135 cm, que era, junto a lo de quitar el papel de florecillas, lo que más ilusionaba a Julia. La verdad es que el cambio es notable; las paredes pintadas de un blanco ligeramente roto le dan mucha luminosidad a la estancia.

Además, se nos ha vuelto minimalista; apenas quiere ningún objeto decorativo, salvo aquellos que tengan alguna referencia personal...,

... y un espejo, por supuesto. Cuanto más grande, mejor... Y cosa curiosa, le gustaba éste que teníamos en el taller, a pesar de su aspecto más barroco y vintage, lo que nos ha alegrado sobremanera, pues esta mezcla de estilos nos encanta.

Queda pendiente la mesilla de noche; le hemos apañado un banquito mientras tanto para que tenga, al menos, una pequeña lamparita y sitio para dejar el móvil.

Pero resulta que está feliz con la idea y no quiere que la cambiemos, al menos por ahora...

Y esto es todo por ahora ¡Misión cumplida en las dos habitaciones de nuestras hijas! ¡Y no sabéis lo que hemos disfrutado!

¡FELIZ FIN DE SEMANA!