Ya hicimos hace tiempo un post con este nombre para referirnos a la
ropa blanca, sobre todo a las sábanas y a nuestro amado crochet. Y ahora repetimos título para mostraros aquellos detalles, pequeñas cosas, que tenemos en casa y que, a nuestro humilde modo de ver, componen un hogar cálido, acogedor, en el que todos nos sentimos a gusto, y al que siempre queramos volver.
Por supuesto que este post es personal como el que más... De hecho, algunos de nuestros detalles tienen una gran carga emocional... que además intentamos transmitir a nuestros hijos. Por ejemplo, el sombrerito de crochet para guardar el rollo de papel higiénico... Puede que sea un poco Kitsch... pero lo hizo una de nuestras abuelas y ¡es sagrado! Además en casa lo saben y lo respetan por ello. De todos modos, ¡¡a nosotras nos parecen monísimos y coquetísimos!!
Igual que
seguimos usando las toallas con las puntillas de crochet que nos hicieron esas mismas abuelas.
Intentamos no tener guardadas las que nuestras madres nos compraron para el ajuar de boda, esas toallas de hilo que tanto nos gustan... O las bolsitas bordadas con nuestras iniciales hechas por ellas expresamente y usadas para guardar en su interior la lencería que llevamos en nuestros viajes...
Tratamos de tener, en la medida de lo posible, siempre flores frescas... Con unas sencillas clavellinas es suficiente.
Le damos mucha importancia a los paños de cocina... allí donde vamos, compramos un juego que nos vaya... En casa siempre tienen que lucir bonitos y limpios.
Las cajas de pañuelos de papel se instalan por todas las mesitas de noche y los baños... Pero no es lo mismo dejar la caja de Mercadona, que camuflarla con una funda como ésta.
Ahora en invierno, muchas mantas mullidas en el sofá, ¡para que nadie se quede sin ver la tele calentito...!
Y así seguiríamos un rato más...con esas pequeñas cosas que nos acompañan cada día y en las que apenas reparamos, pero que conforman nuestro hogar. ¿Y el vuestro...?