Cuántas cosas sencillas, y de lo más placenteras, podemos hacer bajo el acogedor ambiente que proporciona una ventana; leer un buen libro, dedicar un rato a nuestras labores, observar la lluvia caer, contemplar las estrellas, ver la gente pasar... Aunque son situaciones que, seamos sinceros, nos imaginamos más que vivimos. Relacionamos el momento perfecto del invierno con una buena taza de bebida caliente en las manos mientras, contemplamos llover tras los cristales. Ansiamos las deseadas vacaciones para acomodarnos en nuestra butaca favorita a dejar pasar las horas con la lectura o el petit point. Soñamos con soñar viendo un inmenso cielo estrellado... Y así vamos dejando pasar los días y las estaciones, anhelando el momento de vivir esas situaciones que imaginamos impecables. Estamos seguras de que es posible encontrar, dentro del ajetreo y la intensidad del día a día, un segundo siquiera, para saborear el placer de algún instante robado a la cotidianidad. Y en ese empeño, estamos.
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¿Buscáis también un hueco para pequeños placeres cotidianos? Con esta pregunta en el aire nos despedimos hasta el lunes cuatro de marzo (¡madre mía, cómo pasa el tiempo!). En nuestra comunidad tenemos por delante el puente de Andalucía, y vamos a intentar disfrutarlo con grandes y pequeñas "aventuras".
¡Besos para todos!