Más de una tuvimos uno de estos en casa en cierta etapa de nuestra vida... ¡Y qué tute le dimos! En él guardábamos nuestros "tesoros" más preciados. Que si la comba, si las canicas, esa pelotita de goma que botaba con una intensidad tal que si te daba en un ojo te dejaba tuerta... En fin, que escondían sorpresas por doquier. Fue el empresario y diseñador francés Henry Massonnet quién lo creo en 1968. Este banquito de plástico y con forma de tambor, consta de dos elementos cónicos huecos, idénticos el uno al otro, y una tapa que cierra el extremo y sirve de base. Fue pensado inicialmente para los pescadores, pero tuvo tal éxito, que llegaron a venderse doce millones de copias en diez años. Se ha convertido en tal icono del mueble, que incluso llegó a ser expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Con variaciones, hoy día también ocupan un lugar en la decoración de nuestros hogares, y si no, aquí está la prueba...
Lástima no haber conservado alguno... Nos conformaremos disfrutando de las imágenes.
Aprovechamos para agradecer a Rosario de Las pequeñas creaciones de Rosss el que haya pensado en nosotras para otorgarnos un nuevo premio. Nos hace muy feliz, aunque seguiremos nuestra tónica de no continuar la cadena. Ya sabéis que no es por falta de ganas, sino de tiempo. ¡¡Un beso, Rosss, y mil gracias!!