El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra... Todos tenemos defectos, todos fallamos, todos cometemos errores, con o sin intención. Pero también tenemos la capacidad de enmendarnos y corregir meteduras de pata. Ahí está el encanto del Hombre (y la Mujer, que el lenguaje inclusivo está condicionando hasta la redacción de nuestras entradas), cuya capacidad de tropezar mil (no sólo dos) veces en la misma piedra ya ni siquiera sorprende... Aquí no somos menos... Nos consideramos culpables...., culpables de una obsesión por la decoración; esa obsesión que nos hace fotografiar hasta una piedra, como la que encontramos en Barranco, un precioso hotel-cortijo en la provincia de Cádiz, del que ya os hemos hablado en alguna ocasión, sujetando una de las puertas del recinto.
miércoles, 12 de septiembre de 2018
lunes, 10 de septiembre de 2018
De acuarelas y reivindicaciones...
Una de nosotras tiene la casa de la playa pintada entera de azul y, en diecisiete años, nunca la ha cambiado... Sus hijos eran muy pequeños, dos añitos, cuando estrenaron el piso, y, nada más entrar, a la niña ese color debió llamarle mucho la atención, pues exclamó: -"mama, ¡esta es la casa bonita!" Y "la casa bonita" se le quedó... Han pasado los años, y muy cansada ya de esa tonalidad, una de nosotras propuso a la familia sustituirlo... -"¡La casa bonita no se cambia de colorido!", exclamaron al unísono, casi como un grito de guerra. Así que, si no puedes con tu enemigo, únete a él, ¿no? Pues una de nosotras se ha propuesto cubrir toda la pared de su dormitorio con objetos y detalles en los que predomine el blanco, a ver si el efecto camuflaje funciona... Y lo última en llegar ha sido una pequeña acuarela de un faro, que antes adornaba otro lugar de la casa, pero que en esta "reivindicativa" pared, ha encontrado una justa causa decorativa donde instalarse.

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viernes, 7 de septiembre de 2018
Un azul muy vistoso
Unos de nuestros mejores clientes, volvieron a depositar su confianza en nosotras, dejándonos esta cómoda con espejo (sin retratar...) para su total transformación. El color, un precioso azulón, fue elegido por ellos a tono con la solería hidráulica de su casa en la Aldea del Rocio, hacia donde el mueble retornaría una vez redecorado.
No sabemos si se aprecia en la foto anterior la cantidad de muescas y marcas de polilla, tratadas en su mayoría, que traía la cómoda. Sus dueños fueron avisados con antelación de que no desaparecerían con el lijado, aunque tampoco lo querían. Lo que si hicimos fue intentar igualar la superficie, sobre todo para que la pintura, acrílica mate, agarrase y cubriese desde el principio lo máximo posible. ¡Manos a la lijadora!

Ya hemos comentado en otras ocasiones que tenemos la suerte de poder lijar fuera del taller, en un pequeño jardín privado. Hay que sacar el mueble a pulso y recorrer un buen trecho cargando con él; no es tarea fácil, pero nos ahorra tragar polvo un rato..., amén de evitar la suciedad que genera. Las excursiones se prolongaron por tres días; mueble va, mueble viene, hasta dejarlo, incluido el espejo, tal y como veis abajo.
Perfecto para recibir la pintura.
Por dentro la combinamos con otra más clara que encajaba estupendamente con el papel que más tarde decoraría el interior.

Y que aquí veis, en pleno forrado de cajones.
Un lijerísimo lijado en las zonas de roce, a petición de sus dueños, y un par de manos de barniz, dejan el mueble irreconocible...
¿A que sí?
Entregamos este trabajo el 31 de julio... Tenerlo a tiempo, antes de las vacaciones, fue un auténtico maratón. Así que, a modo de homenaje, aquí que nos hemos "retratao", porque nosotras lo valemos...
La cómoda gustó mucho a sus dueños, y a la espera estamos de que nos envíen foto en su ubicación definitiva...
Con este precioso azul, nos despedimos hasta el lunes, con nuevas imágenes e historias.
¡Feliz fin de semana!
miércoles, 5 de septiembre de 2018
¡No seas gallina!
A pesar de nuestra "escasa" edad, y con la experiencia que dan esos "pocos" años que ambas tenemos, no nos caracteriza, a ninguna de las dos, el desparpajo que observamos en nuestros hijos y en sus amigos. Son muchísimo más "echaos palante" que nosotras. Quizás el hecho de haber tenido unos padres protectores haya influido en que hayamos temido tomar más iniciativas. Y eso que ahora podemos congratularnos por haber conseguido alguna que otra meta, pero siempre nos queda el gusanillo de no haber, desde un principio, desterrado el miedo a arriesgarnos. A toro pasado, nos hubiera gustado que alguien nos hubiera gritado, con amor por supuesto, eso de... ¡no seas gallina! Un empujoncito siempre ayuda y hace que te sientas con fuerza y valentia para, que sí se puede, conseguir hasta la luna. Aún estamos a tiempo. Las gallinas, que se queden en su gallinero, o en el mejor de los casos, decorando nuestros hogares.
lunes, 3 de septiembre de 2018
Oreadas
¡Buenas! Volvemos por nuestros fueros después de unos días de necesario descanso y desconexión. Y aunque, al principio de las vacaciones, cuesta cortar con la dinámica de los once meses anteriores, lo cierto es que, poco a poco, terminamos meciéndonos al ritmo sosegado y perezoso del asueto. Nos incorporamos, pues, ¡muy oreadas de cuerpo y espíritu! Y con la sana intención de mantener este placentero estado de ánimo el máximo tiempo en nuestras vidas, y, cómo no, también en nuestras casas. Para lo cual, seguiremos dejando, bien a mano, los socorridos ventiladores que nos harán más llevaderas las altas temperaturas que aún tendremos que soportar por nuestra tierra. Y bien a la vista, pues, además de prácticos, su encantador aire retro hará que el airear y el orear, se convierta, además, en una cuestión de estilo.
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