Todavía no nos creemos el tsunami emocional vivido el miércoles pasado... Pilladas completamente por sorpresa, nunca pudimos imaginar que, tras participar en el reto del que era anfitriona nuestra amiga Mª José, se escondiera una homenaje tan lindo a nuestro humilde blog y, por ende, a nuestras personas... Han sido muchas las muestras de cariño recibidas de las compañeras blogueras que quisieron o pudieron participar de la fiesta (por cierto, aún tenemos pendiente responder a algunas de ellas...).Y desde aquí queremos agradecerlo públicamente y de corazón, pero especialmente a las amigas que lo idearon y pusieron en práctica: Eli, del blog "Ovillo de Eli", Lola, del blog "El refugio de Lirtea" y a nuestra paisana Mª José, de "El inventario de MJ" , ilustre anfitriona del acto, y que, muy hábilmente, nos fue llevando a su terreno hasta conseguir nuestra participación en la quedada... El post de hoy iba, y va, de sillas infantiles incorporadas a la decoración del hogar, nada que ver con lo que os hemos contado..., salvo, quizás, que estos mini asientos, que en el contexto de la casa parecen como encogidos, se asemejan mucho al estado de nuestro corazón, aún encogido por la emoción del cariño recibido. ¡Y más feliz, imposible!
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lunes, 15 de junio de 2020
miércoles, 13 de septiembre de 2017
Los Manolos
Una de nuestras Julias, a los pocos días de nacer, fue obsequiada con un bonito osito de peluche rosa. Rápidamente fue bautizado como Manolito y se convirtió en el amigo inseparable de su dueña. En un descuido, Manolito desapareció, con la consiguiente tristeza de su "mamá adoptiva". Sus progenitores, a sabiendas que a los niños no hay que consentirles tanto y deben aprender a gestionar sus frustraciones, cayeron en la tentación y le compraron otro Manolito idéntico al anterior. Julita estaba feliz como unas castañuelas, cuando, por obra de la suerte, el primer oso apareció. A partir de entonces, "los Manolos" nunca faltarían en los sueños de la niña. Al nacer su hermano Quique, también él fue obsequiado con el mismo osito, pero celeste (cosas de la diferenciación de sexos....) y de menor tamaño que el de su hermana. Y como él no iba a ser menos, también por partida doble. Los cuatro Manolos, siguen en casa, descoloridos, deshilachados, recosidos....., pero siguen. Son parte de la vida de esa familia y nadie los va a tirar, por muy feuchos que estén ya.
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