No somos las típicas sevillanas,... no. Nuestro carácter es más bien tímido y ligeramente retraído, sin llegar a ser introvertidas, que para nada lo somos... De ascendencia muy variada, léase madrileña, vasca, aragonesa, extremeña e incluso andaluza (jeje), ambas hemos heredado del norte de España (de Despeñaperros "parriba", vamos), ese temperamento más serio que el que, muchas veces por tópicos, tradicionalmente se espera de los andaluces... jarana, alegría, religiosidad callejera... Y vosotros quizás diréis...: "pues para nada parecen tímidas estas chicas...". Pues es que esto de escribir, y no ser vistas, ¡desinhibe una barbaridad!
A lo que íbamos, que nos perdemos.... Nos gustan nuestras fiestas, pero moderadamente, sin excesos... Pero sí que nos gusta darlas a conocer y presumir de ellas, y si ya hace unos días hablamos de los trajes de flamenca, propios de la Feria de Abril, y quisimos relacionarlos con la decoración, hoy lo haremos con la Semana Santa.
Si hay algo que nos avisa de la llegada de la Semana Grande, es el aroma a incienso que, a través de mercadillos ambulantes, va impregnado el aire de Sevilla... Pues esos incensarios, sean del estilo que sean, dan un toque original a nuestros hogares, además de inundarlos de ese olor tan sugerente y especial...
Otro objeto que no falta en las procesiones de nuestra ciudad son los cirios... esas velas que entre el silencio y la noche, dan un aire solemne y de recogimiento a la escena de la Pasión.
En nuestros hogares, por contra, invitan a la sensualidad y al romanticismo...
¿Qué decir de las mujeres ataviadas con mantilla negra el Jueves y el Viernes Santo? Preciosa tradición que se traslada también a la decoración. Ya hicimos un
post monográfico al respecto, pero hoy no podíamos excluirla como algo intrínseco a nuestra Semana Santa.
Y un objeto que no falta en las manos de cualquier nazareno... el Rosario... En muchas casas de esta tierra, las colecciones de rosarios dan colorido a rincones, generalmente, de los dormitorios de nuestros mayores.
El caso es que no sólo la imaginería religiosa inunda nuestros hogares... También otros objetos que nos recuerdan a ese fervor...
Y este cuarto de baño, ¿no tiene cierto aire religioso?
Nosotras ya estamos preparadas para vivir nuestra Semana Santa, ¿y vosotros? ¿Cómo se vive en vuestras tierras?